Nuevo juego de Godzilla evita referencias nucleares
En la película original de 1954, lo estudios Toho Co. concibieron a un animal gigante producto de la mutación de las pruebas nucleares en el Pacífico. Eso tenía una acogida especial en Japón, el único país atacado con armas nucleares.
Un nuevo juego que sale a la venta a mediados de julio muestra cómo Godzilla aplasta edificios, destroza lo que le rodea y respira fuego. Pero no esperen referencias a la radiación, la clásica aflicción de este reptil mutante.
Llamado simplemente "Godzilla", el juego es el primero dedicado a la criatura en una década. También es el primero para la consola PlayStation 4 de Sony Corp., lo que garantiza espectaculares gráficos.
Shunsuke Fujita, productor del juego, se muestra entusiasmado al hablar sobre cómo él y su equipo son auténticos fieles de Godzilla, dado que crecieron con sus películas. Tuvieron mucho cuidado, explicó, en mostrar lo que consideran su "totalmente fabulosa" ferocidad.
En la película original de 1954, lo estudios Toho Co. concibieron a un animal gigante producto de la mutación de las pruebas nucleares en el Pacífico. Eso tenía una acogida especial en Japón, el único país atacado con armas nucleares.
Gareth Edwards, director de la cinta de Hollywood de 2014 "Godzilla", también se esforzó por incluir referencias a las bombas atómicas y la radiación.
Pero el juego evita el horror de ambos temas, y Fujita es reacio a explicar por qué. En lugar de la radiación, el juego hace referencia a "energía" que absorbe Godzilla para ganar fuerza.
"Nos damos cuenta de que la radiación es algo que nunca puede disociarse de Godzilla", fue todo lo que dijo Fujita sobre la cuestión.
Las cuestiones nucleares se han vuelto especialmente polémicas en Japón luego de que el tsunami de marzo de 2011 provocara fusiones de núcleo en tres reactores de la central nuclear Fukushima Dai-ichi, que irradiaron la zona circundante y obligar a miles de personas a evacuar.
Los 48 reactores nucleares de Japón están ahora desconectados para introducir un nuevo régimen de comprobaciones de seguridad. El gobierno quiere reiniciarlos, pero afronta la oposición de algunas comunidades y de personas preocupadas por la radiación.