Novedades en salón electrónico de Las Vegas
Desde automóviles, viviendas, pasando por la ropa, objetos más o menos tradicionales pero convertidos en inteligentes o en más útiles por la tecnología, serán las estrellas del salón electrónico CES de Las Vegas, en Estados Unidos.
Organizado por la Asociación de Tecnologías para el gran público de Estados Unidos (CTA), el encuentro abrirá sus puertas el miércoles, tras dos jornadas de conferencias de prensa en las que grandes empresas del sector como Samsung o Sony rivalizarán por el tamaño y la calidad de las imágenes de sus televisores.
"Este salón está en la zona ideal. Las ventas de televisores (de ultra-alta definición) 4K están estallando", subraya Stephen Baker, analista de la consultora NPD Group.
Muchas de las novedades que se espera que el salón exhiba representarán "más una evolución que una revolución", anticipa Brian Blau, de Gartner. "Se verá a muchos objetos de uso masivo de hoy que funcionarán con menos directivas de parte" de sus usuarios, "pero que tendrán mayor capacidad" de asistencia.
Robin Raskin, presidenta de "Living in digital times", que cuenta con numerosas zonas temáticas en el CES, dice que espera que "la verdadera robótica" deje de ser concebida como un juguete para orientarse hacia la concepción de aparatos que respondan a problemas como el envejecimiento de la población o "el aprendizaje de cosas gracias a la inteligencia artificial, tanto para orientarse en la casa como para adaptarse mejor a lo que el usuario demanda".
Lo mismo espera para los drones, cuya presencia en Las Vegas se prevé masiva. "Por el momento los drones constituyen un mercado para entusiastas, pero están siendo cada vez más útiles", apunta Raskin.
La analista prevé igualmente que algo similar suceda con objetos conectados como termostatos que ayudan a reducir la factura de electricidad o cerraduras que permiten el ingreso de un plomero para reparar una fuga cuando no hay nadie en casa.
"Es sólo el comienzo. La próxima etapa será que las cosas empiecen a comunicarse entre ellas", se entusiasma Raskin.
Para que se llegue a esa etapa habrá que "juntar las distintas piezas" por medio de normas o estructuras comunes, advierten algunos expertos.
En los escaparates del CES también se prevé que abunden los "wearables" (relojes y accesorios en vestimenta conectados) "y más vestimentas inteligentes que el año pasado", afirma Peter Blau.
Poco antes de la salida al mercado del casco Oculus Rift, de la filial homónima de Facebook, la realidad virtual o aumentada ocupará también un importante lugar en el CES, superando el universo de los juegos de video. Incluso las aspiradoras podrían recurrir a estas técnicas, como lo demostrarían aparatos que LG promete exhibir en Las Vegas.
El automóvil en los primeros planos
Uno de los sectores que muestra con mayor claridad el potencial de las tecnologías para mejorar la vida de los consumidores es tal vez el del automóvil, observa Stephen Baker.
Para esta industria el CES juega habitualmente el papel de plataforma, poco antes de su cita anual en Detroit.
Cientos de empresas del sector están presentes en Las Vegas, al tiempo que se multiplican las ponencias de dirigentes de grandes compañías como General Motors, Ford o Volkswagen, y se prevé la exposición de prototipos de vehículos eléctricos o autónomos.
"Las tecnologías automovilísticas se convirtieron en un pilar del CES", estima Mark Boyadjis, experto del sector en la empresa de investigación IHS.
"No se trata simplemente de colocar más pantallas en un vehículo, sino de cambiar la manera en que un usuario interactúa" gracias a sistemas de reconocimiento de voz, gestos y movimientos de los ojos, de realidad aumentada o de "funcionalidades sin conductor".
Por ahora son experimentaciones, aclara. "Pero a largo plazo significa que habrá autos sin volante, o con volante móvil, y que los botones físicos podrían tal vez desaparecer", dice.
El automóvil podría incluso convertirse en un servicio que se comparte y dejar de ser un objeto que se compra.
El año pasado el CES había atraído a un número récord de participantes, unos 176.000. Para esta edición, que estará abierta al público entre el 6 y el 9 de enero, los organizadores dijeron que pretenden limitar el público a ese nivel, al tiempo que anunciaron nuevas medidas de seguridad, tras los recientes atentados.