Legisladores británicos acusan Google de engaño
Google ha afrontado duras preguntas de los legisladores británicos que investigan sus asuntos fiscales y si facilitó información errónea al Parlamento el año pasado. El responsable de Google en el norte de Europa, Matt Brittin, fue llamado a declarar ante el Comité de Cuentas Públicas del Parlamento (PAC, por sus siglas en inglés) después de que una investigación de Reuters mostrara que la compañía empleó a personal en puestos de ventas en Londres, aunque había comunicado al comité en noviembre que sus empleados no vendían a clientes en Reino Unido.
Brittin dijo que la compañía estaba siendo ya investigada por la autoridad fiscal británica en relación con la transferencia del cobro de servicios entre Google Reino Unido y otras compañías del gigante estadounidense, pero añadió que creía que Google cumplió plenamente con la legislación fiscal británica. También negó repetidamente haber informado mal al Parlamento en noviembre, pero añadió que la división británica de la compañía estaba realizando más actividades de ventas de lo que había dicho con anterioridad.
En noviembre, dijo que "Nadie (en Reino Unido) está vendiendo", y que Google Irlanda era la parte contratante de las ventas en Reino Unido; y que el personal en este país sólo estaba implicado en actividades promocionales. Ese acuerdo permite a Google no declarar la mayoría de los ingresos que tiene a partir de ventas británicas, dado que Google Irlanda envía la mayoría de sus ingresos a una filial en Bermudas.
Brittin dijo el jueves: "El equipo en Reino Unido está vendiendo, pero no está cerrando". Miembros del parlamento dijeron que la estrategia fue engañar deliberadamente. La presidenta del Comité, Margaret Hodge, ha denunciado que Google no estaba cumpliendo con su lema original de "no hacerlo mal". "Lo hicieron mal" ocultando los ingresos en Reino Unido al fisco, ha señalado Hodge.
La evasión de impuestos corporativos se ha convertido en un tema importante en el Reino Unido. La coalición de Conservadores y Liberales, liderada por el primer ministro Tory, David Cameron, ha ligado la sostenibiliad de la economía británica al éxito de la austeridad impuesta desde su llegada al poder, en mayo de 2010. Sin embargo, el déficit de las cuentas públicas en 2012 fue del 8,3% de Producto Interior Bruto (PIB), de ahí que los intentos por evadir al fisco sean especialmente impopulares entre unos británicos que todavía tienen años de austeridad por delante.