Investigación podría dar alternativas a cosechas transgénicas
Los avances en la comprensión genética de las plantas podría ayudar en última instancia a producir cosechas más resistentes y de mayor rendimiento, dijo el jefe de la empresa francesa de semillas Limagrain, lo que tendría el potencial de acabar con el encendido debate sobre la modificación genética.
La desconfianza hacia los cultivos que usan organismos modificados genéticamente ha marginado esta tecnología en Europa, donde los políticos dieron este mes un paso para conceder a los países el poder de prohibir tales cultivos incluso pese a tener luz verde regulatoria.
Este tipo de cosechas, que ahora suponen la mitad del mercado mundial de semillas estimado den 40.000 millones de dólares, ha dividido a quienes hablan de una mejora en el rendimiento en un momento de cada vez menos recursos naturales y a quienes las critican por los riesgos medioambientales, la seguridad alimentaria y los acuerdos injustos para los agricultores.
Sin embargo, el presidente de Limagrain, Jean-Yves Foucault, dice que la polémica empaña el potencial de la investigación genética de las plantas de producir unos mejores resultados con métodos tradicionales.
"Si se tiene un conocimiento íntimo de una planta, se pueden obtener respuestas a través de la selección tradicional sin el uso de cultivos modificados genéticamente", dijo a Reuters Foucault. "Estos cultivos son una cuestión importante, pero no se debería dramatizar", dijo.
La cooperativa de agricultores Limagrain, el cuarto mayor productor de semillas por ventas a través de su filial cotizada Vilmorin, vende semillas modificadas genéticamente en América y desarrolla su propio maíz a la vez que compite con rivales como Monsanto.
Pero la empresa genera casi dos tercios de sus ventas en Europa, donde el uso de estos cultivos es mínimo, y el año pasado alcanzó unas ventas récord de maíz en su propio continente.
Los investigadores han descifrado el genoma, o todo el material genético, de varias plantas y trabajan para descifrar el del trigo, el cultivo más plantado del mundo y que tiene un genoma particularmente complejo.
Vilmorin, como sus rivales, trabaja con cultivos modificados para aumentar el rendimiento, pero ha advertido de que es improbable un lanzamiento comercial esta década.