Mexicano crea observatorio para ver estrellas entre rascacielos
El arquitecto mexicano Santiago Borja, que expone desde hoy en la Semana del Arte de Rotterdam, ha transformado el techo de la casa-museo Sonneveld en un observatorio que aisla al visitante del bullicio de la gran ciudad y le permite centrarse en la contemplación del cielo y las estrellas.
Esta intervención artística se lleva a cabo en Sonneveld, una casa que en los años treinta fue considerada vanguardia de la arquitectura moderna y que ha sido reconvertida en museo.
Borja desafía la arquitectura moderna usando el esoterismo.
Para ello ha colocado una gran carta astral en el suelo de la azotea y construido encima una techumbre hexagonal a base de caña, una técnica que, según declaró el autor a Efe, es "tradicional en el norte de Europa".
La obra es un homenaje a Helena Blavatsky, cofundadora de la Sociedad Teosófica.
"La idea es desafiar los cánones modernistas del techo plano y de simplicidad para construir este espacio íntimo pero al mismo tiempo en el exterior", dijo.
"Uno de los presupuestos de la arquitectura moderna era romper con la historia, hacer lo que ellos llamaban la 'tabula rasa', pero en realidad eso no es posible", agregó.
Su argumento es que siempre hay residuos y trazas que tienen que ver con creencias, tradiciones e ideologías.
"La techumbre que añado es una manera de incorporar la tradición a un edificio que pretende ser totalmente moderno, reflejando un contraste muy evidente", explicó Borja.