Una empresa israelí quiere convertir el CO2 en una energía limpia y rentable
Una 'start-up' israelí, que ha logrado transformar el CO2 producido por las industrias en carburante, asegura que no se necesita mucho más para hacer de este gas una fuente de energía limpia e incluso rentable.
Se trata de una apuesta arriesgada, en un momento en el que los representantes del mundo entero se encuentran reunidos en París para intentar limitar el calentamiento global, causado principalmente por las emisiones de CO2.
"Hay que hacer ver a los industriales el potencial comercial de las emisiones de CO2 y no sólo hacer pagar a los que contaminan", afirma David Banitt, el presidente de NewCO2Fuels (NCF), una empresa implantada en el parque científico de Rejovot, en el sur de Israel.
Esta compañía, que transforma el CO2 industrial en combustible, intenta, igual que una decena más de sus competidores en el mundo, posicionarse en el nuevo mercado de la Captación, Almacenamiento y Utilización (CSU) del carbono.