'América Latina no debe perder el tren de la revolución tecnológica', asegura BID
Francia/El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, instó este viernes a América Latina a "no perder el tren de la revolución tecnológica" y llamó a la región a elaborar una "estrategia ambiciosa" si quiere participar en la "economía del futuro".
"Si bien es cierto que perdimos el tren de la revolución industrial no podemos perder este tren de la revolución tecnológica que avanza muy rápido", dijo Moreno en el XI Foro Económico Internacional sobre América Latina y el Caribe, que se celebra en París.
"En estos momentos los países que lideran la carrera de la innovación son como sabemos Estados Unidos y China, seguidos por Europa, y la competencia por la primacía se está volviendo cada vez más feroz", apuntó, en referencia a la actual guerra comercial que se libran Washington y Pekín.
Para él, "si América Latina quiere participar en la economía del futuro, debe fijarse objetivos claros y elaborar una estrategia ambiciosa", que ponga hincapié en reformar el aparato educativo en la región para "adaptarlo a las necesidades del siglo 21".
Moreno tomó como ejemplo a seguir en el continente a Uruguay, que desde hace más de una década ofrece a cada maestro y alumno de escuelas públicas primarias laptops gratuitas. "Gracias a ello más de 80.000 estudiantes acceden a clases de inglés gracias a videoconferencias", dijo.
En lo que respecta a la brecha que existe entre países y también en un mismo país en el uso y acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, Moreno admitió que las "preocupaciones son legítimas".
Pero, enfatizó, "no tenemos que tenerle miedo a las tecnologías" ya que "las revoluciones tecnológicas también tienen la capacidad de ser factores para igualar las condiciones y mejorar las brechas de ingreso".
El Foro Económico Internacional sobre América Latina y el Caribe, que celebra su undécima edición, es un evento anual dedicado a abordar las políticas en la región coorganizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).