Sacrifican a 13 pitbulls después que su dueño fuera encontrado mutilado en el patio de su casa

Al menos 13 perros de raza pitbull, incluidos ocho cachorros fueron sacrificados después de que fueran encontrados responsables de la muerte por mutilación de su dueño, en un lamentable incidente registrado en la ciudad de Compton en California la semana pasada, informó el Departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles.

Las autoridades alegaron que los perros habían “atacado y despedazado” a un hombre, identificado como Dominic Cooper de 35 años y padre de tres hijos, mientras intentaba detener un altercado entre dos de los perros mientras los alimentaba en su patio trasero.

Los perros fueron puestos bajo custodia del Departamento de Cuidado y Control de Animales del Condado de Los Ángeles luego de la muerte de Cooper. Un portavoz confirmó a la revista People a través de un comunicado que los 13 perros fueron sacrificados mediante inyección "debido a evidencia que los vinculan con el ataque".

"Dada la amenaza potencial que representaban para la comunidad, esta acción se consideró necesaria", dijo el portavoz.

Una amiga de la víctima señaló que Cooper había estado criando y vendiendo animales para ganar dinero, una práctica que los críticos han argumentado durante mucho tiempo que puede provocar que los perros tengan problemas de salud y de comportamiento y que también puede provocar una superpoblación.

Cooper había mantenido a los perros en varias perreras ubicadas en su patio trasero, donde su cuerpo fue descubierto la mañana del viernes, aunque las autoridades creen que el ataque ocurrió entre las 7:00 y 8:00 de la noche del jueves.

Imágenes aéreas captadas por un helicóptero del canal de noticias local KTLA de Nexstar mostraron el lugar en donde fue encontrado lo que quedaba del cuerpo del hombre de 35 años. Pero recuperar el cuerpo de la víctima no fue nada fácil para los equipos de rescate. En las imágenes se observa como un bombero intenta saltar al patio de la casa, pero un perro se lo impide. Las autoridades debieron ingresar por el techo de la residencia para posteriormente controlar a la jauría de perros. Los bomberos ayudaron a una mujer a salir del patio para ponerse a salvo mientras los perros agitados corrían sueltos e incluso se atacaban entre sí.