Un padre quiso proteger las ofrendas de la iglesia de ladrones y recibió varios impactos de escopeta

En un episodio que sigue generando incertidumbre, Carlos José Sala, sacerdote de la parroquia de Máximo Paz, Santa Fe, resultó herido mientras viajaba en su vehículo por la ruta 90. Sala, de 61 años, conducía su Chevrolet Onix azul hacia Rosario cuando decidió detenerse a la altura de Santa Teresa. Según su testimonio, al bajar del automóvil fue abordado por dos encapuchados que lo atacaron y forcejearon con él. Aunque logró volver a su vehículo y alejarse del lugar, sufrió heridas de una escopeta de los asaltantes durante el altercado.

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El párroco no pudo precisar en qué momento fue herido, ya que la confusión y el caos del enfrentamiento hicieron que no recordara con exactitud el instante en que ocurrió. Visiblemente afectado, Sala logró conducir hasta una estación de servicio sobre la ruta 18, donde pidió ayuda a los empleados del lugar. De acuerdo con los informes policiales, llegó consciente, aunque con signos evidentes de haber perdido mucha sangre y en estado de desorientación. Los trabajadores de la estación de servicio alertaron a las autoridades, y los agentes de la Comisaría 4ª de la Unidad Regional VI llegaron para auxiliar al sacerdote.

En su testimonio, Sala indicó que llevaba consigo 80.000 pesos en ofrendas que los feligreses habían donado en la iglesia donde predica, los cuales estaban en el interior del vehículo en un maletín que fue hallado por la Policía junto con una bandolera y otros efectos personales. A raíz de la situación, la fiscal Analía Saravalli ordenó un relevamiento de la escena, donde se encontraron rastros de perdigones en el motor del auto del sacerdote.

Carlos José Sala fue trasladado al hospital de Villa Constitución, donde fue sometido a una cirugía debido a las lesiones que presentaba en el pecho y abdomen. El director del hospital, Julio Isaac, señaló que, aunque el cuadro es grave, el sacerdote está estable y en proceso de recuperación. “Está hemodinámicamente estable, y conservando la diuresis”, explicó Isaac, mostrando cierto optimismo ante la evolución del paciente.

Este incidente ha causado conmoción en la comunidad de Máximo Paz, donde Sala es ampliamente querido por su labor pastoral. Los feligreses han expresado su preocupación y han organizado cadenas de oración para pedir por su pronta recuperación.

Mientras tanto, las autoridades continúan investigando lo sucedido con el objetivo de esclarecer las circunstancias en que el sacerdote fue herido. La comunidad espera que se arroje luz sobre el caso y que Sala pueda reincorporarse a sus labores lo antes posible.