Repetición - Jelou!
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Entre ellos, el ritual de la vela de miel destaca como una tradición antigua, cuyos beneficios no solo son espirituales, sino que también ofrecen una conexión profunda con el entorno y el bienestar personal. Realizado especialmente los días 11 y 22 de cada mes, este ritual se basa en la energía simbólica de la miel y el fuego, dos elementos que, desde la antigüedad, se han relacionado con la abundancia, la calma y la manifestación de deseos.
Erika Valenzuela, fundadora de EK Apicultura Urbana, explica que “las velas de miel han sido utilizadas durante miles de años en rituales mágicos porque su naturaleza dulce atrae la prosperidad, el amor, la salud y la vitalidad”. Además, esta tradición no solo es un acto simbólico, sino una forma de conectar con la energía del universo y con las metas personales, ayudando a reducir la ansiedad y enfocar la energía de manera positiva.
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El simbolismo detrás de las velas de miel es fascinante. Según el portal AD, la combinación de fuego y miel fusiona dos energías poderosas: la luz del fuego, que ilumina el camino hacia los sueños, y la miel, que, por su dulzura, invita a la prosperidad y la armonía. Ambos elementos representan el equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza, creando un espacio ideal para la meditación y la reflexión.
El poder de los números 11 y 22
Los días 11 y 22 son clave para llevar a cabo este ritual, pues, según la numerología, estos son considerados “números maestros”. El 11 simboliza la intuición, la iluminación espiritual y la conexión con la misión de vida, mientras que el 22 representa la materialización de los sueños a través del trabajo concreto, simbolizando estabilidad, equilibrio y manifestación.
Este ritual no solo busca atraer la abundancia y la prosperidad, sino también fomentar la calma, el amor y el equilibrio personal. Con la guía de la vela de miel, se puede fortalecer la espiritualidad y abrir caminos hacia nuevas oportunidades, todo mientras se conecta con las energías ancestrales que han acompañado a las civilizaciones por siglos.