¡Revolución femenina! ¿Por qué las mujeres con músculos serán la nueva normalidad?

Aunque las mujeres musculosas aún enfrentan controversia, los beneficios del entrenamiento de fuerza son innegables, especialmente a partir de los 30 años.

Según Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra, esta práctica es esencial para combatir la sarcopenia, la pérdida progresiva de masa muscular: “Después de los 30 años, las mujeres pueden perder entre un 3% y un 8% de masa muscular por década. A partir de los 50 años, esta pérdida puede llegar del 5% al 10%”, explica.

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Ella resalta que el entrenamiento de fuerza ayuda a mantener la funcionalidad a medida que envejecemos y combate los efectos negativos de la menopausia.

Pérez también comparte su experiencia personal, donde el entrenamiento de fuerza fue crucial para su recuperación de una lesión lumbar: “En lugar de optar por una cirugía, decidí trabajar la musculatura paravertebral. Esto no solo alivió mi dolor, sino que me permitió continuar con mi carrera y manejar mejor los síntomas de la menopausia” puntualiza.

A pesar de los beneficios claros, el concepto de mujeres musculosas aún enfrenta resistencia. Tradicionalmente, el ejercicio cardiovascular ha sido el preferido por las mujeres debido a la creencia de que es el más efectivo para perder peso. Sin embargo, los entrenamientos de fuerza, que también incrementan el gasto calórico, están desafiando esta noción.

Ana Ferrero, manager de Vivagym, destaca que la percepción negativa hacia el músculo femenino está cambiando: “Todavía existen miedos sobre desarrollar una apariencia excesivamente musculosa, pero estas preocupaciones son infundadas. Cada vez más mujeres están entendiendo la importancia de tener una musculatura fuerte y funcional,” afirma.

Figuras públicas como Halle Berry, que a los 57 años muestra su musculatura con orgullo, están contribuyendo a cambiar los estándares de belleza. La actriz, conocida por su papel en ‘Catwoman’, utiliza su visibilidad para demostrar que la fuerza y el músculo pueden ser una parte integral de una imagen saludable y femenina.

El entrenamiento de fuerza también ofrece ventajas importantes durante la menopausia. Según Pérez, este tipo de ejercicio puede reducir los síntomas como los sofocos y mejorar el equilibrio emocional al aumentar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. También mejora el perfil metabólico y hormonal, y puede hacer que la terapia hormonal sea más efectiva al aumentar la eficacia de los receptores de estrógenos.

Ana Ferrero señala que el tipo de ejercicios debe adaptarse a las necesidades individuales: “Es fundamental personalizar el entrenamiento en función de la trayectoria y la salud de cada persona para prevenir problemas y garantizar que el ejercicio sea eficaz”, concluye.