Esta es la razón por la que no debes poner los frutos secos en remojo

Mariana Zapién, ingeniera en alimentos, ha desmentido esta práctica, explicando que, lejos de ser beneficiosa, podría ser contraproducente.

Nueces / Pixabay/Licencia libre y gratuita

La idea de “activar” frutos secos mediante remojo se basa en la creencia de que este proceso elimina antinutrientes como los fitatos, que supuestamente bloquean la absorción de minerales. Sin embargo, Zapién, conocida en TikTok como @ingdetusalimentos, afirma que no existe evidencia científica sólida que respalde esta afirmación.

“Es falso que dejar remojando las nueces elimina los antinutrientes que naturalmente están presentes en ellas”, dijo la especialista en uno de sus videos. Además, advirtió que este método podría tener el efecto opuesto al deseado: “El remojo ocasiona que los nutrientes se puedan ir en el agua y las nueces terminen teniendo un menor contenido de minerales y una menor vida útil”.

En otras palabras, más que potenciar las propiedades de los frutos secos, esta práctica podría reducir su calidad nutricional, desperdiciando minerales esenciales como el magnesio o el zinc en el agua del remojo.

En su contenido, Zapién promueve el consumo responsable y bien informado de los alimentos, explicando que los frutos secos son una excelente fuente de grasas saludables, proteínas y minerales, pero que no necesitan procesos adicionales para ser saludables. “Consumirlos tal cual vienen es suficiente para aprovechar sus beneficios”, señala.

Además de abordar este mito, utiliza su plataforma para compartir otros consejos de seguridad y conservación alimentaria que suelen pasarse por alto. Por ejemplo, hace énfasis en la necesidad de desinfectar correctamente los champiñones antes de consumirlos, incluso si serán cocinados.

“Aunque los champiñones crecen en ambientes controlados en una base de nutrientes esterilizada, el mal manejo en alguna etapa de su cadena de distribución puede contaminarlos con bacterias que pueden enfermarnos de manera severa, como la E. coli”, explica.

Según Zapién, si se planea comerlos crudos, es fundamental lavarlos y desinfectarlos adecuadamente para minimizar los riesgos.

Otro consejo práctico que la ingeniera comparte con su audiencia es sobre la ubicación correcta de los alimentos dentro del refrigerador. Muchas personas colocan productos perecederos, como leche o queso, en la puerta del refrigerador, pero este hábito podría acelerar su deterioro.

“En esta zona hay una mayor fluctuación de temperatura, lo que puede acelerar el deterioro de alimentos muy perecederos como leche, quesos, carnes, entre otras. Lo correcto es colocar estos alimentos en la parte media o baja del refrigerador para que duren más tiempo”, concluye Zapién.

Remojar frutos secos, lavar adecuadamente los alimentos y conservarlos correctamente son aspectos que, aunque puedan parecer pequeños, marcan la diferencia en nuestra salud y bienestar diario.

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