¿Preso de la procrastinación en el trabajo? Aquí te contamos cómo combartirla
procrastinación
Considerar que su empleo es aburrido es una tendencia que ha variado desde hace algunos años, en los que se comenzó a viralizar la importancia de la salud mental y los derechos humanos en el trabajo para lograr la satisfacción de los empleados. Sin embargo, cuando estos dos ítems no son los causantes del rechazo hacia la labor que se está ejerciendo, entra el tercer ítem, que es la frustración, sea por el nivel salarial o porque está llevando a cabo tareas que no son las que ha soñado.
Para todo lo anterior, las empresas han creado un área de bienestar que está constantemente ocupada monitoreando cómo se encuentra la salud laboral y el ambiente entre los trabajadores, con la finalidad de que un empleado feliz a su vez potencie el nivel de producción de la organización para la que trabaja.
Aun así, uno de los recursos por los que el empleado puede optar, a título personal, para mejorar su sentimiento y satisfacerse en su trabajo tiene mucho que ver con la organización mental y física de su área. Por lo que revisaremos algunas formas para evitar la procrastinación y combatirla.
Para aprender a no procrastinar primero hay que comprender a qué hace referencia este concepto y es que se resume en el hábito de aplazar actividades con la finalidad de reemplazarlas por otras que sean más agradables.
Sin embargo, este hábito impide que los tiempos de ejecución y alcance de objetivos sean óptimos, acumulando trabajo imprescindible para poder tener pausas activas en el momento justo en el que el cuerpo humano las demanda.
Lo positivo es que, aunque es una conducta aprendida también puede desaprenderse y reemplazarse por hábitos que la supriman al punto de extinguirla y que generen en el ser humano la sensación de necesidad.
Algunas estrategias para acabar con la procrastinación y enamorarse del método en el camino, mejorando indiscutiblemente su productividad laboral y tomándole afecto a su trabajo, están relacionadas con el orden.
Estrategias para no procrastinar:
- Objetivos claros a corto plazo: Tener establecido, desde el inicio de la jornada laboral, los propósitos medibles o indicadores con los que habrá asegurado que cumplió con su tarea.
- Organizar el lugar de trabajo: Tiene que ver con un sitio que le inspire. Si lo tiene permitido, una decoración sobria facilitaría su sensación de estar en un lugar agradable a la vista y aunque no lo note de manera inmediata sus sentidos se sentirán a gusto. Para este punto es indispensable que sus cinco sentidos estén en sintonía con la armonía. El olfato debe estar a gusto, por lo que puede poner un ambientador que produzca los efectos de la aromaterapia. Si su trabajo lo permite, puede escuchar música muy suave que le tranquilice mientras labora, siempre y cuando no intervenga en el desempeño de sus compañeros, por lo que podría optar por el uso de audífonos.
- Procure que en las pausas activas el sentido del tacto y el gusto se vean beneficiados, realice los ejercicios básicos de movimiento articular para que pueda relajarse y soltar la tensión.
- Eliminar distractores ayudará a mejorar la concentración, por lo que se recomienda, en la medida de lo posible, alejarlos para evitar la tentación de hacer parte de ellos y perder el hilo de la actividad que debe realizar.
Algunos distractores, dependiendo de su trabajo, pueden ser el teléfono móvil, las redes sociales abiertas en el computador, los juegos, etc. Incluso, en ocasiones se verá en la necesidad de solicitarle silencio a sus compañeros de trabajo, por lo que lo más recomendable es hacerlo de una forma divertida, amena y graciosa que los motive a cambiar el comportamiento mientras usted cumple sus metas.
En términos generales, los psicólogos recomiendan cambiar de actitud para poder cambiar de hábitos y lograr que sus metas se vean cumplidas a corto plazo y por tanto a largo plazo, ya que el acumulativo de conductas pequeñas forman con el tiempo hábitos y más tarde necesidades.