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Dormir bien es fundamental para la salud, y un estudio de la Universidad de Columbia Británica (UCB) ha descubierto un método sorprendente para mejorar la calidad del descanso: el simple aroma de la pareja.
Según la investigación, publicada en Psychological Science, quienes estuvieron expuestos al olor de su pareja mientras dormían experimentaron una mejora del 2% en su eficiencia del sueño, un efecto comparable al de tomar suplementos de melatonina.
El estudio se suma a una creciente línea de investigaciones sobre el impacto del sentido del olfato en el bienestar emocional y físico. Estudios previos ya habían demostrado que el aroma de la pareja reduce el estrés y genera sensación de tranquilidad, pero esta nueva evidencia sugiere que también puede influir en la calidad del sueño.
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“Nuestros hallazgos proporcionan nueva evidencia de que simplemente dormir con el aroma de una pareja mejora la eficiencia del sueño”, explica Marlise Hofer, autora principal del estudio. “De hecho, el efecto es similar al que se informó al tomar suplementos orales de melatonina, a menudo utilizados como ayuda para dormir”.
Para probar esta teoría, los investigadores analizaron a 155 participantes. A cada uno se le entregaron dos camisetas de apariencia idéntica para usar como funda de almohada: una había sido usada previamente por su pareja romántica y la otra por un extraño o estaba recién lavada.
Los resultados fueron sorprendentes. Los participantes reportaron sentirse más descansados cuando creían que estaban durmiendo con el aroma de su pareja. Pero lo más interesante fue que, incluso sin ser conscientes de la diferencia, los datos recogidos por dispositivos de monitoreo del sueño mostraron que la calidad del descanso mejoraba notablemente cuando realmente estaban expuestos al olor de su pareja.
“Uno de los hallazgos más sorprendentes es cómo el olor de una pareja romántica puede mejorar la calidad del sueño incluso fuera de nuestra conciencia”, señala Frances Chen, profesora en el departamento de Psicología de la UCB. “Los datos mostraron que los participantes experimentaron menos movimientos y despertares cuando estaban expuestos al olor de su pareja, incluso si no sabían a quién olían”.
Los investigadores explican que la proximidad física a una pareja romántica a largo plazo se ha relacionado con múltiples beneficios para la salud, como una mayor sensación de seguridad, calma y relajación. Estas emociones, a su vez, favorecen un sueño más profundo y reparador.
El estudio sugiere que el cerebro asocia el aroma de la pareja con la seguridad y el bienestar, lo que reduce el estado de alerta y permite un descanso más eficiente. Esto explicaría por qué la presencia física no es imprescindible para obtener los beneficios del olor de la pareja.
Si bien el impacto en la calidad del sueño puede parecer modesto, los expertos destacan que pequeñas mejoras pueden marcar la diferencia a largo plazo. “Cualquier factor que ayude a optimizar el descanso es importante, sobre todo para quienes tienen dificultades para dormir bien”, concluye Hofer.