Nicanor Parra legó la mayoría de sus bienes y nombró como albacea a su hija menor
El poeta chileno Nicanor Parra, fallecido el pasado 23 de enero a los 103 años, legó la mayor parte de sus bienes y nombró como albacea a su hija menor, Colombina Parra Tuca, según su testamento, conocido públicamente hoy a través de medios locales.
El testamento fue firmado, en presencia de un abogado y testigos, el 4 de septiembre de 2017, un día antes del cumpleaños 103 del autor de "Poemas y Antipoemas", en una notaría del puerto de San Antonio, cercano a la localidad de Las Cruces, en la que Parra pasó las últimas décadas de su vida y donde sus restos fueron sepultados, en el patio de su casa.
Además de ser ahora la albacea de su padre, Colombina Parra heredó el 58,3 % de sus bienes.
"Única heredera de mi cuarta de mejoras y cuarta de libre disposición", dice el testamento de Parra, lo que ha generado un conflicto familiar.
Según la ley chilena sobre herencias, la "cuarta de mejoras" es sólo para los parientes y la "cuarta de libre disposición" para quien el testador quiera.
El también autor de "Hojas de Parra" tuvo seis hijos, de tres matrimonios distintos: Los tres primeros son Catalina, Alberto y Francisca, nacidos en la década del 40, de su matrimonio con Ana Troncoso.
Ricardo, el siguiente, es hijo del poeta y Rosa Muñoz, y en los 70 nacieron los últimos descendientes, Colombina y Juan de Dios, hijos de Nury Tuca, fallecida en 2014.
Arquitecta y música, Colombina ha sido desde el año 2001 curadora de las exposiciones de Parra en Chile y otros países y se la considera como una de las personas más cercanas al autor.
La ley chilena señala que la mitad de los bienes del testador se repartan entre todos sus herederos. El otro 50 por ciento se divide en un 25 % denominado cuarta de mejoras y en un 25 % llamado cuarta de libre disposición.
En su testamento, Nicanor Parra especificó que ambos 25 % fueran para Colombina Parra, quien con esta parte y lo que le corresponde como hija tendrá el 58,3 % del total la herencia.
Los bienes del creador de los "Artefactos" consisten en cuatro casas y algunos terrenos: una en Isla Negra, otro en el sector santiaguino de Huechuraba, el de Las Cruces y el de La Reina, cuya tasación fiscal es de 518 millones de pesos (unos 860.000 dólares).
También tenía unos terrenos en el municipio santiaguino de Peñalolén, valorados en 300 millones de pesos (unos 500.000 dólares).
También se debe considerar su patrimonio cultural, que incluye sus derechos de autor, administrados por la agencia española Carmen Balcells.
De acuerdo con el diario La Tercera, los hijos mayores del poeta recurrieron a un estudio de abogados para tratar de cambiar el testamento, primero a través del diálogo y, en última instancia, mediante una impugnación.
Ellos argumentan dudas sobre la salud mental del poeta en el momento de firmar el testamento, advirtiendo que su firma se observa "temblorosa", lejana a su conocida caligrafía de profesor.
"Hay cientos de testigos que avalan que Nicanor Parra se encontraba absolutamente lúcido hasta el final de sus días", refutó Luis Valentín Ferrada, abogado de Colombina, lo que ratifica Mauricio Moya, abogado que firmó el documento en la notaría.
"Sí, él estaba bien, muy lúcido. Estaba muy bien ubicado en el tiempo y espacio, y muy claro en lo que quería, además", comentó.
Según los medios, ha habido algunos contactos preliminares entre las dos facciones familiares, pero Cristóbal Ugarte ("Tololo"), hijo de Colombina y nieto preferido del poeta, a quien representó en la entrega del Premio Cervantes y en otros actos oficiales, criticó a su tía Catalina, una artista que vive en Estados Unidos.
"Catalina Parra está justamente hablando ahora porque sabía que había un testamento y esperó a que se muriera mi abuelo para impugnarlo, cuando en realidad los últimos siete años ella estuvo ausente", comentó.
Cabe señalar que en el funeral de Nicanor Parra, celebrado el 25 de enero en Las Cruces, sólo estuvieron sus hijos Colombina, Juan de Dios y Ricardo.