Victorio Vergara: El artista que sigue vivo en la memoria de Panamá

Victorio Vergara Batista, conocido como “El Tigre de la Candelaria” y el “Mandamás de la música típica” dejó un legado artístico, que 18 años después de su desaparición física, sigue vivo en la memoria de los panameños.

Temas como “Capullito de Alelí, Olvida tu Orgullo, Tu amor y el mío, Sé que llorarás y A mi amiga Santa Librada, entre muchos otros”, siguen siendo del gusto de las antiguas y nuevas generaciones, que aún disfrutan del acordeonista panameño que murió en la cúspide de su carrera un 21 de julio de 1998.

“Son 18 años y no ha sido fácil, tengo muy buenos recuerdos de Victorio. Compartimos 19 años con el Tigre. Nos enseñó a ser responsables y hemos seguido ese ejemplo”, señaló Manuel “Nenito” Vargas, acordeonista y voz principal del Conjunto Plumas Negras.

Las anécdotas de Victorio Vergara que cuentan dos de los integrantes del Plumas Negras son interminables, sin embargo coinciden en que “El Tigre de la Candelaria” era un hombre recto y responsable con sus cosas, además de muy alegre y que disfrutaba lo que hacía.

“Le gustaba romper las tablas de las tarimas. En varias tarimas quedó con el pie metido entre las tablas (…) Eso lo celebraba. Le encantaba ver la tarima moverse con el conjunto arriba”, nos contó, como si estuviera viviendo el momento, Luis Carlos García, bajista y exintegrante del Conjunto Plumas Negras.

García aún recuerda como inició sus aventuras al lado de Victorio Vergara – “Yo no lo quiero, es que lo necesito”, le dijo Victorio a García cuando le pidió que se convirtiera en el nuevo bajista de su agrupación musical.

Una relación musical que inició el 24 de octubre de 1991 y que duró durante 24 años y en medio de la cual a García le toca ser testigo del trágico momento en que Victorio Vergara se despidiera de este mundo.

El día que Victorio no llegó al Club Unión de La Chorrera

Nenito Vargas recuerda ese momento difícil por el que tuvo que atravesar cuando recibió la noticia de que el “Tigre de la Candelaria” se encontraba en un estado delicado de salud en el Hospital Paitilla.

“Yo no creía la noticia de lo que pasaba con Victorio. Fue “Pachita”, el administrador del grupo y chofer de Victorio, quien me informó (…) Yo venía de Cañita de Chepo, me llamó al radio troncal que tenía en el carro y yo le dije deja el relajo”, relata Vargas.

“Cuando vi a Victorio en la camilla quede impresionado y tuve que ir yo al Club Unión de La Chorrera y estaba ese jardín de lleno, me tocó darle la noticia al Conjunto y luego de ahí, a acompañar a Victorio”.

Luis Carlos García, vivió momentos de silencio cuando escuchó que Victorio Vergara no llegaría a tocar el baile en el Club Unión de La Chorrera y peor aún cuando el médico les anunció una noticia bastante impactante para todos.

“Lo operaron, salió el médico y nos dijo que Victorio había sufrido un infarto masivo - que de mil a una se salvaba y si vivía quedaba como un vegetal”, señaló García.

El legado de Victorio Vergara

“El pueblo panameño no olvida la música del “Tigre de la Candelaria”, señala Nenito Vargas, quien aparte de haber tenido una relación de trabajo con Victorio Vergara, también fue su amigo.

“Hay gente que no es familia de Victorio y empezamos a hablar de su música y de él y se le salen las lágrimas – destaca la voz del Plumas Negras - Hay personas que eran fanáticos y siguen siendo fanáticos (…) Un carisma que tenía Victorio y todavía lo sigue teniendo”, afirmó Vargas.

“A mi amiga Santa Librada” se convirtió en uno de los temas más importantes, tras la muerte de Victorio, ya que estaba teniendo éxito al momento de su muerte, que ocurrió justamente en medio de las fiestas de esta santa patrona del pueblo de Las Tablas.

Nenito Vargas asegura que ese tema se había grabado en 1997, pero ya habían pasado las fiestas de Las Tablas y por eso le dijo a Victorio que ese disco no lo iba a desperdiciar y lo sacarían unos días antes de la fiesta de Santa Librada del año 1998.

“Ese tema se ha convertido en un himno que dejó Victorio”, aseveró Nenito Vargas.