Sam Asghari no recibirá ni un centavo de la fortuna de Britney Spears en caso de divorcio
Britney Spears
La pareja recientemente casada firmó un acuerdo prenupcial que estipula que el iraní no recibirá ni un centavo de la fortuna de Britney Spears valorada en más de 60 millones de dólares en caso de divorciarse.
Horas antes de la ceremonia, según ha informado el portal TMZ, la pareja firmaba el acuerdo, que estipula que el iraní, en caso de ruptura o separación, no tendrá derecho a absolutamente nada de la fortuna de Spears obtenida hasta la fecha del enlace. Un acuerdo legal con el que el también estuvo completamente de acuerdo el actor.
Fuentes cercanas a la pareja confirmaron que Asghari no puso ninguna objeción en que dicha firma fuese blindada, de ahí que Spears llamase a sus abogados, los cuales habían estado trabajando en el documento desde el anuncio del enlace para proteger todo el dinero de la cantante, alrededor de 60 millones de dólares, los cuales pueden verse incrementados en el futuro a través de royalties, nuevos conciertos o incluso la tan cacareada autobiografía de Britney.
No obstante, el acuerdo no incluye las ganancias que pueda obtener Britney a partir de ahora. Es decir, si la cantante decidiera retomar su carrera muisical, realizar conciertos, programas de televisión o cualquier proyecto que resulte remunerado, entonces Asghari sí tendría derecho a parte de esas ganacias. En caso de que la pareja rompiese su relación, Asghari solo podría optar a esa parte de sus ganancias obtenidas durante el matrimonio, más compensaciones en el caso de que tuviesen descendencia, algo que probablemente esté contemplado en el documento, dados los deseos de la artista por convertirse en madre nuevamente.
Segundo acuerdo prenupcial
Este no es el primer documento legal que hace firmar Britney Spears a su pareja sentimental para proteger su fortuna. En 2004 cuando se casó con Kevin Federline, sus padres le exigieron que firmara un acuerdo prenupcial, ya que en aquel momento no veían com buenos ojos al bailarín.
Su tormentoso divorcio fue todo un escándalo para la artista, que tuvo que llegar a un acuerdo con su exmarido por el bienestar de los dos hijos en común, Sean Preston y Jayden James, hoy de 17 y 15 años. Así, una semana después de completar un tratamiento de rehabilitación en marzo de 2007, la artista accedía a las peticiones de Federline, que recibió un millón de euros como compensación matrimonial, además de custodia compartida de sus dos hijos, que por aquel entonces tenían seis meses y año y medio.