Psiquiatra de Liam Payne hizo perturbadora advertencia semanas antes de su muerte
El caso del músico británico resalta la importancia de la atención a la salud mental y el impacto devastador de los problemas no tratados a tiempo.
La trágica muerte del exmiembro de One Direction, sigue generando conmoción mientras se revelan detalles sobre los meses previos al accidente y las investigaciones judiciales en curso. Entre los testimonios más reveladores se encuentra el de su psiquiatra, quien semanas antes de su fallecimiento advirtió sobre la necesidad de un tratamiento más intensivo para el cantante.
Según un documento presentado ante la Justicia en Argentina, la psiquiatra de Payne interrumpió su tratamiento en septiembre de 2024, señalando que sus necesidades superaban las capacidades que ella podía ofrecer. En una carta obtenida por TMZ, la doctora instó al artista a buscar atención especializada y reforzar su tratamiento: “Es vital que continúes hablando regularmente con un terapeuta para procesar [tu] depresión y trauma”, escribió, enfatizando la importancia de evitar el consumo de alcohol al tomar medicamentos y manteniendo un control estricto sobre estos.
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Además, le proporcionó una lista de centros de rehabilitación y especialistas que podrían ayudarlo en su búsqueda de estabilidad emocional y bienestar. Cerró su mensaje con un deseo personal: “Gracias por tu comprensión, y te deseo lo mejor”.
Payne falleció el 16 de octubre de 2024 tras caer desde el balcón del tercer piso del hotel CasaSur Palermo, en Buenos Aires. El informe forense reveló que la causa de su muerte fueron politraumatismos y hemorragias internas y externas, además de detectar rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo en su organismo.
Las autoridades descartaron el suicidio como causa y concluyeron que el cantante no estaba plenamente consciente al momento de la caída. Según el informe citado por Infobae:“El fenómeno de la falta de defensa o reflejo de conservación en la caída, junto a otros datos relevantes por su consumo, permiten concluir que Liam Payne no estaba plenamente consciente o atravesaba un estado de disminución notoria de la consciencia”.
El caso ha llevado al procesamiento de cinco personas vinculadas al trágico desenlace. Entre ellas se encuentra Roger Nores, empresario y amigo de Payne, quien enfrenta cargos por homicidio culposo. Aunque no fue detenido, la jueza Laura Bruniard le impuso un embargo de 50 millones de pesos y le prohibió salir de Argentina.
Nores defendió sus acciones, declarando: “Fui un amigo que lo amé mucho, que lo ayudé desinteresadamente en todo lo que pude, pero ni aun así fue suficiente”.
Otros acusados incluyen a dos empleados del hotel, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, quienes enfrentan cargos por suministro de estupefacientes. Según pruebas presentadas, ambos proporcionaron cocaína a Payne, incluso el mismo día de su muerte. Chats y grabaciones de seguridad fueron claves para fundamentar estas acusaciones.
Por su parte, la gerente del hotel, Gilda Martin, y el recepcionista, Esteban Grassi, también fueron procesados por homicidio culposo. Se les acusa de no haber tomado medidas adecuadas para proteger al cantante, a pesar de que presentaba signos evidentes de crisis. Nores apuntó directamente al establecimiento, afirmando que “un huésped mundialmente famoso, con signos de crisis, debería haber recibido asistencia inmediata”.
Liam Payne fue despedido el 20 de noviembre en una ceremonia privada en el Reino Unido, donde estuvieron presentes sus familiares, amigos cercanos y sus excompañeros de One Direction: Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan y Louis Tomlinson. También asistió su pareja, Kate Cassidy, quien acompañó a la familia en el difícil momento.
El caso de Payne resalta la importancia de la atención a la salud mental y el impacto devastador de los problemas no tratados a tiempo. Su fallecimiento dejó un vacío en el mundo de la música y un llamado urgente a reflexionar sobre la responsabilidad de las personas y organizaciones que rodean a figuras públicas en crisis.