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Paquita la del Barrio, la icónica voz del regional mexicano, dejó un legado imborrable con su música y su actitud desafiante frente a las injusticias amorosas. Sin embargo, detrás de su nombre artístico hay una historia de esfuerzo y arraigo que ella misma contó en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante en 2021.
Su verdadero nombre era Francisca Viveros Barradas, pero el público la conoció como Paquita la del Barrio, un apodo que nació gracias al profundo cariño que sentía por la colonia Guerrero, en la Ciudad de México, donde inició su carrera como cantante.
Los inicios de Paquita en la música fueron en compañía de su hermana Viola, con quien formó el dueto “Las Golondrinas”. Sin embargo, la vida las llevó por caminos distintos cuando su hermana se casó y se mudó a Toluca.
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Mientras tanto, Paquita comenzó un nuevo proyecto: un restaurante en la colonia Guerrero, llamado “Casa Paquita”, donde además de ofrecer banquetes, interpretaba canciones para sus clientes. Fue en ese sitio donde un amigo policía, convencido de su talento, la ayudó a dar el siguiente paso en la música.
“Me hicieron una prueba y les gustó la canción, pero no me aceptaron como artista. Al señor Jiménez, que era director de Yolanda del Río, le dio mucho coraje que no me aceptaran”, recordó Paquita en aquella entrevista.
Finalmente, gracias a la insistencia del señor Jiménez, logró grabar su primer disco pagando los gastos de su bolsillo. Fue en 1986 cuando Guillermo Ochoa la presentó en televisión, lo que marcó el inicio de su popularidad. A pesar de que muchos relacionan su apodo con Tepito, Paquita la del Barrio dejó claro que su nombre artístico nació por su amor a la colonia Guerrero.
“En el ’86 el señor Guillermo Ochoa me hizo favor de presentarme en Canal 2 y así es como empezó a salir mi nombre en televisión, mi negocio empezó a florecer”, explicó la artista.
Desde entonces, su nombre quedó ligado no solo a la colonia que la vio crecer profesionalmente, sino también a su identidad como una mujer que cantaba para el pueblo, con letras que reflejaban la lucha de muchas mujeres contra el maltrato y la traición.
Aunque su voz se ha apagado, su historia y su música seguirán resonando en cada rincón de México y más allá de sus fronteras. Paquita la del Barrio no solo dejó un legado musical, sino también una historia de esfuerzo, resistencia y amor por sus raíces.