Mujer acusa a Sean 'Diddy' Combs y a su guardaespaldas de drograrla, violarla y grabarla

Una demanda interpuesta en un tribunal federal de Nueva York alega que él y su guardaespaldas, Joseph Sherman, habrían drogado y agredido a una mujer en 2001, grabando lo sucedido. Este caso se suma a una serie de denuncias que han puesto en tela de juicio la reputación del magnate de la música.

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Thalia Graves, quien presentó la demanda, asegura que conoció a Combs a través de su entonces novio, empleado de la discográfica del artista, Bad Boy Records. Según el relato de Graves, aceptó una copa de vino mientras se encontraba en un vehículo con el artista y Sherman, pero poco después comenzó a sentirse mal y perdió el conocimiento.

Al despertar, se encontró en una situación que describe como de gran vulnerabilidad. Graves afirma que la agresión fue filmada y compartida con otras personas sin su consentimiento, lo que ha profundizado el impacto emocional que ha cargado durante años.

Durante una conferencia de prensa junto a su abogada, Gloria Allred, Graves relató entre lágrimas las secuelas emocionales que ha experimentado desde el incidente, mencionando que ha luchado contra sentimientos de ansiedad y estrés severo: "Me alegra que esté detenido, pero ese es un alivio temporal", comentó Graves, quien afirma que el dolor tanto físico como emocional ha sido difícil de superar.

El equipo legal de Graves sostiene que ella no reportó lo sucedido en su momento debido a un temor profundo hacia las personas involucradas. Según la demanda, la mujer solo pudo dar este paso años después, cuando descubrió que el video grabado sin su conocimiento había sido compartido. Este hallazgo, asegura, fue el detonante que la llevó a buscar justicia: “La combinación de dolor emocional y físico ha creado un ciclo de sufrimiento del que es difícil salir”, expresó Graves al recordar lo sucedido.

Estas acusaciones son parte de una lista creciente de demandas civiles contra Combs, quien ha sido vinculado a otras situaciones polémicas que involucran presuntas conductas inapropiadas. Recientemente, fue acusado de conspiración para actividades ilegales y de tráfico de personas, entre otros cargos.

Combs, de 54 años, se ha declarado inocente y está bajo custodia en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, donde comparte un espacio aislado con otros detenidos de alto perfil.

En relación a este caso, las autoridades han revelado detalles de las investigaciones previas, señalando que en los allanamientos a las propiedades de Combs se encontraron ciertos objetos que alimentaron las sospechas sobre sus actividades. Sin embargo, los abogados de Combs han mantenido un perfil bajo y no han dado declaraciones públicas sobre las recientes acusaciones.

La demanda, interpuesta bajo la Ley de Protección de Víctimas de Violencia de Género de Nueva York, busca compensaciones por los daños sufridos. Graves asegura que su vida ha estado marcada por esta experiencia y continúa su lucha por recuperarse, tanto emocional como psicológicamente. “Quiero seguir este camino hacia la sanación”, comentó, señalando que, aunque es un proceso difícil, su búsqueda de justicia es inquebrantable.

El juicio que enfrentará Combs en los próximos meses podría definir no solo el futuro del artista, sino también el impacto que tendrá esta serie de acusaciones en su legado. Mientras tanto, Thalia Graves y su equipo legal se preparan para lo que podría ser una larga batalla judicial.