Haydée Milanés asume el peso del apellido y le da más "Amor" a su padre Pablo

"Eso de asumir el apellido mío y de mi padre, ha sido todo un proceso", confiesa una Haydée Milanés más "madura" en lo personal y musical, ocupada hoy en una nueva edición del álbum "Amor", en el que repasa canciones antológicas de su padre, Pablo, que la artista ve casi como sus "hermanas".

Milanés (La Habana, 1980) acaba de publicar una personal versión del clásico "Si ella me faltara alguna vez" junto a la mexicana Julieta Venegas, el primer sencillo de una serie de duetos inéditos en los que canta con la también mexicana Rosalía León y los cubanos Pancho Céspedes y Omara Portuondo.

Este acercamiento fresco a la obra de ese "figurón de la música cubana y mundial" que es Pablo Milanés, entre los principales exponentes de la Nueva Trova cubana, se añadirá a los 11 temas arreglados por la compositora para cantarlos a dúo con su padre, recogidos en el "Amor" original, lanzado a principios de año.

Para Haydée Milanés este disco es el "resultado" del no siempre fácil proceso de asumir el peso y el significado que su apellido tiene en la música, una aceptación en la que ha influido la "madurez" y "mucha humildad".

"Luego de varios años en los que he sentido que he encontrado ese estilo propio dentro de la música y de mí misma, sentí la gran necesidad de acercarme a esta obra, con la que he crecido, musicalmente y espiritualmente", dijo a Efe durante una entrevista en su apartamento habanero.

En "Amor" confluyen las conocidísimas "Para vivir", "Ya se va aquella edad" y "El breve espacio en que no está" con "rarezas" recuperadas como "A veces cuando el sol", "405 de nunca" y "Hoy estás quizás más lejos", grabadas por un joven Pablo Milanés camino a convertirse en símbolo musical de una nueva época.

Desde un principio la intención -insiste la intérprete- fue cantar a dúo con su padre, una manera de "hacerse un regalo a sí misma", deseo cumplido en el estudio y en vivo durante dos conciertos: el primero en México y el segundo en La Habana.

"La gente siempre va a querer saber qué significa mi padre para mí, qué importancia ha tenido dentro de mi carrera y siempre va a querer que yo me acerque a su obra. Es una cosa bonita, que la gente disfruta y yo he aprendido a disfrutar también", aseguró.

Con un nombre propio dentro del rico escenario musical de la isla, a Haydée Milanés no le quita el sueño el no haber publicado canciones propias desde su bien recibido álbum "A la felicidad" (2010).

Su anterior proyecto, "Palabras" (2014), con temas de Marta Valdés, es muestra de su creciente interés por la "necesaria" vuelta a las raíces de las que se nutre la música cubana actual.

"Tengo algunas canciones mías esperando para ser grabadas, lo que pasa es que estos proyectos se me han metido por el medio y son cosas ahí energéticas que son prioridad, porque tienen una importancia dentro de la música cubana, algo que es importante rescatar", explicó.

Ahora, la artista trabaja en la extensión de "Amor", una edición de lujo que en un principio pretende sacar a la luz en noviembre, pero que quizá tenga que posponer debido a la gran acogida del homenaje, "no solo a la obra de mi padre, sino a la canción cubana".

Milanés cree -para su "felicidad"- que será difícil cumplir ese plazo porque espera "confirmación de otras figuras importantísimas del mundo de la música", lo cual pospondrá la salida del disco hasta 2018.

"Agradezco a todos los artistas que se han sumado. Este disco (...) me está ayudando a encauzar todo ese entendimiento, asumir el ser hija de mi padre, ser músico siendo hija de mi padre, teniendo yo otro camino y otras cosas que decir y convertirme un poco en vocera de su obra", concluyó.