Caso Cerrado
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Joseph Strange, un ingeniero de sonido que trabajó durante 14 años con el artista, enfrenta dos cargos federales por apropiación ilegal de propiedad intelectual.
Strange, de 46 años y residente en Holly, Michigan, habría recibido cerca de USD 50,000 en Bitcoin a cambio de filtrar material grabado entre 1999 y 2018, según documentos judiciales revelados por NBC News. La Fiscalía del Distrito Este de Michigan lo acusa de infringir derechos de autor y de transportar bienes robados entre estados, delitos que podrían costarle hasta 15 años de prisión y multas que superan los USD 250,000. “Proteger la propiedad intelectual de los creadores es esencial para salvaguardar sus derechos exclusivos y evitar que terceros lucren indebidamente con su obra creativa”, enfatizó la fiscal interina Julie Beck, según declaraciones recogidas por el mismo medio.
El caso salió a la luz en enero de 2025, cuando empleados del estudio privado Effigy, donde Eminem produce su música en Ferndale (Michigan), detectaron que varios temas no publicados habían aparecido en plataformas como Reddit y YouTube. Un detalle fue clave: una imagen con el listado de canciones, que solo podía haber sido extraída de los discos duros del estudio. Esto encendió las alarmas del equipo técnico, quienes contactaron al FBI de inmediato.
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La investigación condujo hasta un comprador en Canadá, identificado bajo el alias “Doja Rat”, quien declaró haber pagado USD 8,500 en Bitcoin por cuatro canciones. Según People y Fortune, el individuo reunió los fondos con apoyo de otros fanáticos de Eminem y dijo que Strange le ofreció el material alegando que necesitaba dinero urgente para una cirugía. En total, el pago alcanzó los USD 50,000 por 25 temas. Este testimonio fue clave para que Fred Nasser, socio de Eminem, pudiera reforzar la denuncia ante las autoridades.
El 28 de enero, el FBI allanó la vivienda de Strange y encontró una serie de elementos incriminatorios: discos duros, letras manuscritas de Eminem, una cinta VHS con un videoclip nunca visto y registros financieros que documentaban los pagos recibidos. Testigos señalaron además que Strange se dedicaba a la minería de criptomonedas y solo aceptaba pagos en activos digitales.
El portavoz del rapero, Dennis Dennehy, agradeció públicamente al FBI por su rápida acción: “Eminem y su equipo están muy agradecidos por los esfuerzos de la oficina de Detroit del FBI, que llevaron a la imputación de Joe Strange”, declaró a People y Fortune. También añadió que este incidente provocó un “daño significativo a la integridad creativa y al legado artístico de Eminem”, además de pérdidas económicas para los colaboradores del proyecto.
El abogado de Strange, Wade Fink, fue categórico al afirmar que el proceso recién comienza: “Una denuncia penal es simplemente un conjunto de alegaciones firmadas por un fiscal. Todavía no hemos estado en un tribunal ni los cargos han sido evaluados por un juez o un jurado”, señaló en conversación con NBC News. El caso se tramitará en tribunales federales y hasta el momento, Strange no ha emitido declaraciones públicas.
No es la primera vez que Eminem enfrenta la filtración de su trabajo. En 2002, temas de su álbum The Eminem Show fueron pirateados antes de su lanzamiento, lo que obligó a adelantar la fecha de estreno y generó pérdidas para la discográfica. Ese antecedente ha sido citado ahora como contexto clave, dado el nivel de impacto económico que estas filtraciones pueden tener en la industria musical.
El proceso judicial continuará en la Corte Federal del Distrito Este de Michigan, mientras las autoridades no descartan la implicación de otros involucrados en la venta y distribución del contenido robado. El FBI sigue analizando los movimientos de las criptomonedas asociadas a la transacción, en un caso que podría sentar precedentes sobre el uso de activos digitales en delitos de propiedad intelectual.