Lamentable | Murió el químico italiano creador de la Nutella

El pasado 14 de febrero de 2024, el mundo despidió a un hombre cuyo nombre quizás no fue conocido a gran escala, pero su legado endulzó las vidas de millones de personas en todo el planeta. Francesco Rivella, el químico italiano que ideó la fórmula que dio vida a la Nutella, falleció a la edad de 97 años, dejando tras de sí una historia de innovación, perseverancia y un toque de magia culinaria.

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Nacido en 1928 en Barbaresco, un pintoresco pueblo en la región italiana de Piamonte, Francesco Rivella creció en un entorno donde la pasión por la gastronomía y los sabores auténticos eran parte del día a día. Tras graduarse como químico bromatológico en la Universidad de Turín, Rivella se unió a la empresa Ferrero en 1952, una compañía que, por aquel entonces, era una pequeña empresa familiar fundada por Pietro Ferrero. Su formación en química le permitió aportar conocimientos científicos fundamentales para la innovación en la empresa.

La llegada de Rivella a Ferrero marcó el inicio de una colaboración que cambiaría el rumbo de la industria alimentaria. En la "sala de química" de la empresa, un laboratorio donde la innovación y la creatividad eran los ingredientes principales, Rivella conoció a Michele Ferrero, el hijo del fundador. Juntos, estos dos jóvenes visionarios compartieron un sueño: crear un producto que no solo fuera delicioso, sino que también aportara alegría y nutrición a las familias.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Europa se enfrentaba a una severa escasez de cacao, lo que dificultaba la producción de chocolates tradicionales. Pietro Ferrero, ideó una solución ingeniosa: crear una pasta dulce a base de avellanas, azúcar y una cantidad mínima de cacao, ingredientes más accesibles en la región del Piamonte. Este producto inicial, conocido como "Giandujot", se comercializaba en forma de barra que podía cortarse y desatarse en sartén.

Tras años de investigación y experimentación, Rivella logró perfeccionar la fórmula original, transformándola en una crema untable suave y deliciosa que conquistaría los paladares de todo el mundo.

En 1964, la creación de Rivella y Michele Ferrero fue bautizada como "Nutella", un nombre que fusionaba la palabra inglesa "nut" (nuez) con el apellido de Rivella, un homenaje a su papel fundamental en el desarrollo del producto. La Nutella se presentó al público como una crema para untar en pan, ideal para el desayuno o la merienda de los niños. Su sabor único, su textura cremosa y su practicidad la convirtieron rápidamente en un éxito de ventas, expandiéndose por toda Italia y, posteriormente, por el resto del mundo.

Expansión y éxito global de Nutella

Desde su lanzamiento, Nutella se convirtió en un fenómeno mundial. La combinación única de avellanas y cacao, junto con su versatilidad como producto untable, conquistó los paladares de millones de personas en todo el mundo. La estrategia de Ferrero, basada en mantener altos estándares de calidad y una receta secreta cuidadosamente protegida, aseguró la consistencia y el sabor distintivo de Nutella a lo largo de las décadas.

La popularidad de Nutella trascendió fronteras, adaptándose a diversas culturas y mercados. En 2014, para celebrar el 50 aniversario de la marca, se lanzó la plataforma nutellastories.com, donde aficionados de diferentes países compartieron más de 76.000 historias y recuerdos relacionados con el producto. Este hito fue conmemorado en 10 países con eventos a gran escala, y en Italia se emitió un sello postal especial en honor a Nutella.

Un legado para la historia

A lo largo de su carrera en Ferrero, Francesco Rivella no solo se dedicó a la creación de la Nutella. Su pasión por la innovación y su compromiso con la calidad lo llevaron a participar en el desarrollo de otros productos icónicos de la marca, como los bombones Ferrero Rocher, los huevos Kinder Sorpresa y las pastillas Tic Tac.

Rivella se mantuvo ligado a Ferrero durante más de 50 años, ocupando cargos de responsabilidad en el área de investigación y desarrollo. Su liderazgo y su visión estratégica contribuyeron a consolidar a Ferrero como una de las empresas líderes en la industria de la confitería a nivel mundial.

Además de su destacada carrera en Ferrero, Francesco Rivella mantuvo una estrecha amistad con el escritor y también químico italiano Primo Levi. Ambos compartían una pasión por la ciencia y la literatura, lo que fortaleció su vínculo personal y profesional. Rivella también asumió el cargo de presidente del Colegio de Químicos del Piamonte, reflejando su compromiso con la comunidad científica y su influencia en el ámbito de la química aplicada a la industria alimentaria.

Tras su jubilación, Rivella se retiró a la ciudad de Alba, en la región del Piamonte, donde se dedicó a la agricultura, especialmente al cultivo de frutas, y al fomento del deporte tradicional italiano conocido como "pallapugno". Su amor por la tierra y las tradiciones locales reflejaba su conexión profunda con sus raíces y su comunidad.

Francesco Rivella deja un legado perdurable en la industria alimentaria y en la cultura popular. Su contribución a la creación de Nutella no solo transformó el mercado de productos untables, sino que también se convirtió en un símbolo de innovación y calidad italiana reconocido a nivel mundial. Le sobreviven sus tres hijos, una hija y siete nietos, quienes continúan honrando su memoria y su impacto en la historia de la gastronomía.