Mujeres centenarias revelan su secreto para tener una salud de hierro

Laura Dotro no es una celebridad ni una figura pública, pero su testimonio se volvió viral cuando, a sus 97 años, compartió su visión sobre la vida y el paso del tiempo. En un video que recorrió las redes sociales, esta mujer de la provincia de Buenos Aires sorprendió con su lucidez, su sentido del humor y su manera de sobrellevar la ausencia de su esposo, con quien compartió más de siete décadas de matrimonio.

“Siempre le digo: ‘Robert, no lo hicimos tan mal, mira los hijos que tenemos’”, confesó al recordar a su esposo, fallecido hace siete años. Aunque su ausencia es una herida abierta, Laura ha encontrado en los recuerdos y la música una forma de mantenerlo presente. “Cada tanto escucho algún tanguito que bailábamos. Agarro y trato de moverme, de bailar”, explicó.

Más allá de su estado físico o su alimentación, para Laura la clave de una vida larga y plena ha sido el amor: el amor que dio, el amor que recibió y el amor que sigue sintiendo por quienes formaron parte de su historia.

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Mientras Laura ha encontrado en los recuerdos su fortaleza, Patricia Smith, una mujer británica que acaba de cumplir 100 años, ha seguido un camino completamente distinto. Exatleta y apasionada del deporte, su secreto ha sido la actividad física, el cuidado de la piel y un hábito que ha generado sorpresa: una copa de vino al día.

Desde joven, Patricia fue una corredora destacada. En 1938, se convirtió en campeona de los 75 metros con vallas en las National 3 As, pero su carrera deportiva se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, nunca dejó de moverse. Hasta el día de hoy, inicia sus mañanas con caminatas, estiramientos y una rutina de hidratación que, según afirma, ha sido clave para mantener su piel saludable.

“Crema de día, crema de noche y una rutina constante desde hace décadas”, explicó. Estudios en Dermatology Research and Practice han demostrado que la hidratación es fundamental para conservar la elasticidad de la piel, y Patricia es un ejemplo vivo de ello.

Pero lo que más llamó la atención fue su consumo de vino. Aunque muchas recomendaciones de salud insisten en evitar el alcohol, investigaciones publicadas en la European Journal of Nutrition han señalado que el consumo moderado de vino tinto, especialmente por su contenido de resveratrol, podría tener beneficios para la salud cardiovascular y el envejecimiento.

Patricia no sigue dietas extremas ni rutinas de ejercicio extenuantes. Su alimentación se basa en productos frescos, muchas verduras y una cantidad equilibrada de proteínas. Pero para ella, el verdadero secreto ha sido la constancia y el disfrute de la vida. Su copa de vino diaria no es solo una costumbre, sino un momento de placer que la conecta con su historia y sus recuerdos.

Los casos de Laura y Patricia muestran dos caminos completamente distintos hacia una vida longeva y saludable. Mientras una encuentra su fortaleza en los recuerdos y el amor, la otra ha apostado por el movimiento, el autocuidado y pequeños placeres cotidianos.

Más allá de la genética, los estudios han identificado ciertos hábitos que pueden contribuir a una mejor calidad de vida en la vejez. Según la Mayo Clinic, algunos de los más importantes incluyen: alimentación balanceada, actividad física constante, vínculos afectivos sólidos, actitud positiva y descanso adecuado.

Si bien no hay una fórmula universal para alcanzar los 100 años con salud y vitalidad, las historias de Laura y Patricia demuestran que lo más importante no es solo la cantidad de años vividos, sino la manera en que se elige vivirlos.