¡Insólito! Mujer se fracturó la nariz al quedarse dormida mirando su celular

Una peculiar y dolorosa historia llega desde una fría ciudad a las afueras de Moscú, Rusia. Una joven de 24 años sufrió una insólita lesión tras quedarse dormida mientras revisaba las actualizaciones de sus redes sociales en su teléfono móvil. La fatiga pudo más que ella, y al soltar el dispositivo de sus manos, este cayó directamente sobre su rostro, impactando con fuerza en su nariz.

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El golpe fue lo suficientemente severo como para llevarla al hospital, donde los médicos diagnosticaron una fractura nasal acompañada de una dislocación de los fragmentos óseos. La situación requirió de intervención quirúrgica.

El otorrinolaringólogo Raúl Ten, encargado de la operación, informó que la cirugía se realizó bajo anestesia local y que diez días después ya se pudo observar un "excelente resultado estético". Según el especialista, la función nasal del paciente se restauró por completo, y tras la intervención, fue dada de alta sin mayores complicaciones.

El desafortunado accidente parece haber sido un llamado de atención para la joven, quien ahora asegura estar decidida a evitar el uso del teléfono móvil antes de ir a dormir. Por su parte, el doctor Ten destacó la importancia de buscar atención médica inmediata en casos de fracturas nasales para prevenir complicaciones. "Si los fragmentos óseos se sueldan en una posición incorrecta, la corrección quirúrgica posterior puede volverse más compleja y traumática", explicó el especialista.

Así mismo, el insólito incidente pone en perspectiva los riesgos de utilizar dispositivos electrónicos en posiciones poco seguras, especialmente antes de dormir. La historia se ha viralizado en redes sociales, generando comentarios que van desde la empatía hasta el humor, pero también recordando la importancia de cuidar nuestra salud y postura al usar el móvil.

Un hábito con graves consecuencias

La creciente dependencia de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y tabletas, está generando serias preocupaciones entre los expertos en salud, especialmente cuando se utilizan durante la noche. La exposición prolongada a la luz azul emitida por las pantallas afecta directamente los ritmos circadianos, lo que desencadena una serie de problemas físicos y psicológicos.

Un aspecto crítico es cómo esta luz altera la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño. Diversos estudios han demostrado que mirar pantallas antes de dormir dificulta el inicio del descanso y reduce su calidad. Este fenómeno, conocido como insomnio tecnológico, se traduce en un sueño superficial y menos reparador, afectando negativamente el rendimiento diario y la salud general.

Además, la fatiga ocular digital se ha convertido en una queja común entre los usuarios frecuentes de dispositivos. Esta condición, provocada por largas horas frente a las pantallas, genera síntomas como ojos irritados, visión borrosa y dolores de cabeza. La falta de descansos adecuados empeora estas molestias, afectando también la productividad y el bienestar visual.

El impacto psicológico tampoco es menor. La sobreexposición a dispositivos electrónicos está vinculada a mayores niveles de ansiedad y estrés. La estimulación digital constante dificulta la relajación previa al sueño, y en casos extremos, puede contribuir a síntomas depresivos.