Monja brasileña de 116 años se convierte en la persona viva más longeva del mundo

Con 116 años y 210 días, esta mujer no solo ha alcanzado un hito histórico, sino que también se ha convertido en un símbolo de fe, dedicación y amor por la vida.

La noticia, anunciada tras el fallecimiento de la anterior titular del récord, una mujer japonesa, tomó por sorpresa incluso a la familia de Canabarro. Su sobrino de 84 años confesó que, en su juventud, Inah era tan delgada que muchos dudaban de que sobreviviera la infancia.

Para Canabarro, la respuesta sobre su longevidad es clara: su fe en Dios. “Él es el secreto de la vida. Él es el secreto de todo”, afirmó en una entrevista con LongeviQuest en febrero de 2024, una organización dedicada a rastrear a las personas más longevas del mundo.

Nacida el 8 de junio de 1908 en el sur de Brasil, Inah es hija de João Antônio Lucas y Mariana Canabarro Lucas, y bisnieta del general brasileño David Canabarro. Desde temprana edad, mostró una inclinación por el camino religioso, que la llevó a estudiar en el internado Santa Teresa de Jesús en Rio Grande do Sul. A los 20 años, se trasladó a Montevideo, Uruguay, donde fue bautizada en la Iglesia Católica antes de regresar a Brasil para dedicarse a la enseñanza.

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En julio de 1934, a los 26 años, Inah hizo sus votos perpetuos y se convirtió oficialmente en monja. Su devoción y compromiso con su fe fueron reconocidos en 2018, cuando el Papa Francisco la honró en su 110.º cumpleaños.

Aunque su vida religiosa es central en su identidad, Inah Canabarro Lucas tiene otra gran pasión, el fútbol. Es una fiel seguidora del Sport Club Internacional, un equipo profesional brasileño con sede en Porto Alegre.

Cada año, el club celebra el cumpleaños de su aficionada más longeva, cuya habitación está adornada con recuerdos y regalos en los colores rojo y blanco característicos del equipo. Para ella, el fútbol va más allá del deporte, pues lo considera un puente que une a las personas. “Blanca o negra, rica o pobre. El Inter es el equipo del pueblo”, expresó en un video conmemorativo por su 116.º cumpleaños en junio de 2024.

La historia de Inah Canabarro Lucas es más que un récord de longevidad; es un testimonio de fe, comunidad y pasión. Desde sus primeros pasos en el sur de Brasil hasta convertirse en un símbolo viviente de esperanza, esta monja ha demostrado que la vida no solo se mide en años, sino en el impacto que dejamos en los demás.

Con una vida larga y un espíritu que trasciende generaciones, Inah Canabarro Lucas es, sin duda, un ejemplo de que la verdadera fortaleza está en el corazón, la fe y las conexiones humanas.