¿Pacto religioso? El caso de la monja que arrastró el cuerpo de otra mujer en una maleta

Un tranquilo barrio al oriente de Santiago de Chile se estremeció con el hallazgo del cuerpo de una mujer mayor dentro de una maleta que había sido abandonada en plena calle mientras todos dormían. ¿Quién era la mujer? ¿Por qué estaba en una maleta? ¿Cómo había llegado hasta allí? Las autoridades quedaron aún más consternadas después de que las cámaras de videovigilancia captaran a una monja arrastrando dicha maleta por varias calles del barrio. Cuando la dejó donde los carabineros la encontraron, la religiosa se regresó por el mismo camino de vuelta a su casa.

Todo comenzó alrededor de las tres de la tarde del pasado lunes, cuando trabajadores de un edificio de la zona reportaron la existencia de una maleta con un contenido sospechoso en la calle Los Talaveras. El personal de la Policía de Investigaciones, descubrió que al interior se encontraban los restos descompuestos de una persona de sexo femenino, que tenían una data de muerte de al menos unos seis meses. El caso ha provocado expectación en la opinión pública chilena, ya que la zona donde se halló el cuerpo corresponde a un barrio residencial de clase media acomodada.

Con pocas pistas, las autoridades recurrieron a las cámaras de viodeovigilancia de la zona y lo que descubrieron los dejó perplejos. Una mujer vestida de monja parecía ser la responsable de haber dejado la maleta con los restos humanos en el lugar donde fueron hallados.

Luego de conversar con vecinos del lugar, los investigadores identificaron una casa donde vivían tres mujeres: una de 80 años, su hija religiosa [que había llegado hacía unos meses desde Italia para cuidarla] y una tercera mujer. El jefe de la Brigada de Homicidios señaló que la mujer de 80 años fue identificada como Lorenza Ramírez, quien habría sido la persona que llevó el cuerpo hacia la vía pública en una maleta, según lo reportado por una emisora local. La mujer fallecida, sería Erica Fernández de 59 años. El mismo medio informa que, más que amigas, habrían sido pareja y que querían formar su propia congregación.

¿Un pacto religioso o de amor?

Pero, ¿que llevó a esta mujer de 80 años a dejar el cuerpo de su "amiga" tirado en plena calle? ¿Era responsable de su muerte? Según la declaratoria de la octogenaria, la fallecida padecía de una grave enfermedad que fue deteriorando su estado de salud a tal punto en que su muerte era inminente, por lo que decidió cuidarla hasta sus últimos días. Antes de morir, ambas mujeres hicieron un pacto de amistad que consistía en que ninguna denunciaría nunca la muerte de la otra y mantendrían en el domicilio los restos en caso de fallecimiento. La enferma habría fallecido en abril de 2023 y, tras ello, su amiga Lorenza ocultó su cuerpo en su casa de calle Los Jardines, en Ñuñoa.

El fiscal del caso, Francisco Lanas, explicó que la mujer falleció en otro domicilio y que su amiga, la trasladó a la vivienda actual donde el cadáver estuvo retenido en una bodega por todo un año.

“Nos dijo que tenían una relación de muchos años con la fallecida, que tiene una enfermedad y vivían en el mismo domicilio. Dicha enfermedad nunca se trató e hicieron el pacto de aislarse del mundo y ocuparse del fallecimiento de la otra sin inscribirlo ni informarlo. Esta persona habría fallecido hace varios meses y tras esto, traslada el cuerpo en una maleta al actual domicilio y guarda el cuerpo en una bodega interior”, agregó.

Sobre la forma en la que se encontró el cuerpo, las autoridades creen que la religiosa habría dejado los restos de su amiga en la calle ante el temor de que una de sus hijas –la religiosa que había regresado desde Italia a vivir a ese domicilio– hallara el cadáver. “Debido a la probabilidad de que su hija descubriera esta maleta con el cuerpo de su amiga, es que decide dejarla en la calle. Esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento en esta investigación en curso”, dijo el fiscal Lanas.

La adulta mayor de 80 años ha sido imputada como autora de inhumación ilegal, pero quedó en libertad debido a su avanzada edad y a su irreprochable conducta anterior. Su hija, en tanto, aparece como testigo en la investigación.

Lorenza de 80 y Erica de 59, se habrían conocido en una parroquia. De acuerdo a Emol, allí decidieron convertirse en laicas consagradas y vestir hábitos azules. Y nunca más vistieron ropa de calle. Ninguna de las dos, sin embargo, según declaró el Arzobispado de Santiago, pertenecen a una congregación. Y si bien la mujer de 80 años llegó a casarse y a tener tres hijos, todos adultos, Érica permaneció soltera durante toda su vida.

*Con información de www.elpais.com/chile*