Los Trapos Sucios se Lavan en Casa
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El olor corporal cambia a lo largo de la vida debido a modificaciones en la química del cuerpo, influidas por variaciones hormonales y la capacidad antioxidante de la piel. Investigadores han descubierto que el responsable principal de este cambio es el 2-nonenal, una molécula que aumenta con la edad y provoca ese aroma particular que se asocia con las personas mayores.
Según un estudio publicado en Plos One, el 2-nonenal es un compuesto orgánico que se produce en la piel como resultado de la peroxidación lipídica, un proceso que se intensifica a medida que el cuerpo envejece y su capacidad antioxidante disminuye. Este compuesto no solo es responsable del olor, sino que también facilita la discriminación de la edad a través del sentido del olfato, un fenómeno observado en otras especies animales.
Aunque el “olor a viejo” se asocia generalmente con la vejez, las moléculas responsables comienzan a aumentar a partir de los 30 años, según el Dr. José María Antón, investigador de biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). “El 2-nonenal huele mal, tanto que cuando abrimos una cápsula con esa molécula en el laboratorio, todo apesta”, comentó Antón a El País.
El aroma de esta molécula se describe como una combinación de nuez y aceite rancio, lo que explica el olor distintivo. Además, se ha identificado en diversos alimentos y aceites, aunque su presencia en el cuerpo humano está ligada al envejecimiento cutáneo.
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Un grupo de investigadores analizó cómo se percibe el olor corporal en diferentes edades mediante un experimento inusual: pidieron a 44 hombres y mujeres de tres grupos de edad (20-30, 45-55 y 75-90 años) que durmieran con camisas equipadas con almohadillas para absorber el olor durante cinco días consecutivos. Posteriormente, se pidió a evaluadores que olieran las muestras y determinaran la edad y el sexo de la persona.
Aunque los olores de los grupos jóvenes y de mediana edad eran difíciles de diferenciar, los evaluadores identificaron con mayor precisión los olores del grupo de mayor edad. Los científicos concluyeron que esto se debe a cambios en los compuestos de olor y bacterias que interactúan en la piel, en lugar de factores de higiene personal.
“El experimento sugiere que, al igual que otros animales, los humanos pueden discriminar la edad basándose únicamente en el olor corporal”, indicaron los autores del estudio.
A medida que envejecemos, la producción de lípidos en la piel aumenta y, simultáneamente, se reduce la capacidad antioxidante natural. Esto genera una peroxidación lipídica que da lugar al 2-nonenal, cuyo olor característico es más perceptible a edades avanzadas.
“El resultado es que el cuerpo huele cada vez peor. Es ese olor que se nota en los asilos, por muy limpios que estén”, explicó el Dr. Antón. A pesar de su connotación negativa en algunas culturas, el olor asociado a la vejez también puede evocar recuerdos nostálgicos y positivos, especialmente relacionados con figuras familiares como los abuelos.
Lejos de ser un estigma, el “olor a viejito” refleja una etapa natural del envejecimiento. Comprender su origen biológico puede ayudar a desmitificarlo y aceptar los cambios naturales en el cuerpo humano.
Aunque el envejecimiento y sus efectos sobre el olor corporal no se pueden detener, mantener una alimentación saludable, una hidratación adecuada y una buena higiene personal puede ayudar a reducir la intensidad del aroma. Sin embargo, dado que el 2-nonenal está ligado a procesos biológicos naturales, su aparición es inevitable con el paso del tiempo.