Miss Nigeria, segunda finalista de Miss Universo, renuncia a su título por xenofobia

Nacida en Soweto, Sudáfrica, de padre nigeriano y madre mozambiqueña, Chidimma Adetshina representaba la diversidad cultural del continente africano. Sin embargo, esta misma diversidad fue motivo de críticas cuando ganó el certamen de Miss Sudáfrica, lo que generó tensiones en un sector del público que cuestionaba su idoneidad para representar al país debido a su doble nacionalidad.

Según Le360 Afrique, además de los ataques xenófobos en redes sociales, el Ministerio del Interior sudafricano investigó su nacionalidad, alegando que su madre habría cometido fraude al obtener la ciudadanía sudafricana. Estas acusaciones intensificaron las críticas hacia la joven, quien en agosto decidió renunciar al título por “la seguridad y bienestar” de su familia.

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La estudiante de derecho explicó: “Después de mucha consideración, he tomado la difícil decisión de retirarme de la competencia con el apoyo de la organización Miss Sudáfrica.”

Tras su renuncia, la historia de Adetshina llegó a oídos de los organizadores de Miss Universo Nigeria, quienes la invitaron a representar al país de origen de su padre. En un mensaje oficial, expresaron: “Como nigeriana de ascendencia, nos gustaría invitarla formalmente a participar en el certamen Miss Universo Nigeria 2024. Esta es una oportunidad para representar a la tierra natal de su padre en un escenario internacional.”

Adetshina aceptó la invitación, destacándose en la competencia nacional y asegurando su lugar en el certamen mundial. A pesar de los desafíos, mostró resiliencia y logró sobresalir en Miss Universo 2024, celebrado el 16 de noviembre. Su elegancia, inteligencia y enfoque en causas sociales la llevaron a convertirse en virreina universal, mientras la corona fue para Victoria Kajaer, representante de Suecia.

En sus redes sociales, la joven expresó su gratitud: “Este título representa no solo mi esfuerzo, sino también el apoyo y la fe que muchos han depositado en mí.”

La experiencia de Chidimma Adetshina evidencia cómo los certámenes de belleza pueden reflejar temas sociales más amplios, como la discriminación y la identidad cultural. A pesar de las adversidades, su éxito envía un poderoso mensaje de perseverancia y orgullo por sus raíces multiculturales, consolidándola como una figura de inspiración tanto en Nigeria como en el mundo.