Una familia muere atrapada en su carro tras ser chocados por un hombre que participaba de carrera callejera

Una familia hispana en Grand Prairie, Texas, sufrió una tragedia el sábado por la noche cuando su Chevy Traverse fue impactado por un Dodge Charger que participaba en una carrera callejera. El accidente, ocurrido alrededor de las 8:15 p.m. en South Belt Line Road, resultó en la muerte de cuatro miembros de una familia hispana de apellido Rosales y dejó a uno en estado crítico.

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Jessie y Lorena Rosales, junto a sus hijos Anthony de 17 años, Stephanie de 13, y Ángel de 6, regresaban de un parque de diversiones cuando su vehículo fue embestido a alta velocidad. El impacto fue tan violento que el auto explotó cerca de una estación de gasolina, atrapando a la familia en su interior.

Los ocupantes del vehículo impactado, Jessie, Lorena, Stephanie y Angel murieron en el acto. Solo su hijo Anthony, de 17 años, sobrevivió, aunque en estado crítico, tras ser expulsado por una ventana del vehículo.

Miguel Coronado, quien pasaba por el lugar, describió el caos: “Mi novia me dijo que alguien estaba atrapado dentro del Dodge Charger". Junto a otros testigos, logró sacar al conductor del Dodge Charger, Jaime Mesa, quien estaba atrapado en su auto en llamas.

Mesa, de 20 años, fue trasladado al hospital con heridas que no ponen en riesgo su vida y enfrenta múltiples cargos, incluidos homicidio involuntario y carreras en autopista que causaron la muerte. La policía también identificó al conductor de otro vehículo involucrado en la carrera, un Dodge Charger Daytona. Anthony Morales, de 22 años, quien se alejó del lugar tras el accidente, fue capturado horas después y enfrenta cargos similares a los de Mesa.

La devastadora pérdida ha generado una gran conmoción en la comunidad mientras las autoridades continúan investigando el caso. Los amigos de la familia se han movilizado para ayudar a Anthony, el hijo sobreviviente, y su otro hermano, quien no estaba en el lugar de los hechos. 

En GoFundMe han recaudado hasta ahora $26,000 para cubrir los gastos funerarios de Jessie, Lorena, Stephanie y Angel, así como las facturas médicas de Anthony.

En Texas, los delitos relacionados con carreras callejeras que resultan en muerte o lesiones graves pueden acarrear penas severas. El homicidio involuntario, que podría aplicarse en este caso, es un delito grave de segundo grado con una pena de prisión de 2 a 20 años y una multa de hasta $10,000. Además, las carreras callejeras que resultan en la muerte pueden ser procesadas bajo cargos de homicidio involuntario, con penas similares.