John Wayne Bobbitt, a quien su esposa le cortó el pene, pierde los dedos de los pies
John Wayne Bobbitt
John Wayne Bobbitt, el ex marino estadounidense que en 1993 se hizo mundialmente famoso después de que su entonces esposa, Lorena Bobbitt fuera juzgada en un juicio mediático por haberle cortado el pene, ahora vuelve a recibir un duro golpe luego que le fueran amputados los dedos de ambos pies. La decisión, según se lee en el reporte médico, se tomó debido a una polineuropatía periférica tóxica, una condición que le fue diagnosticada al ex marine como resultado de la exposición a agua contaminada durante su estancia en la base militar Camp Lejeune en Carolina del Norte a finales de los años 80.
En una entrevista para el diario The Sun, John Wayne Bobbitt quien ahora tiene 57 años, señaló que esta condición, además de provocarle un daño nervioso significativo, también le hizo desarrollar osteomielitis, una infección ósea que ha resultado en múltiples operaciones. Bobbitt no descartó que la exposición al agua contaminada pudo haber influenciado de forma negativa en su comportamiento durante su matrimonio con Lorena Bobbitt, sugiriendo que los efectos neurológicos de la contaminación podrían haber distorsionado su funcionamiento cognitivo y, potencialmente, exacerbado conflictos maritales que terminaron con su pene cercenado.
Camp Lejeune, uno de los peores casos de contaminación
La base militar Camp Lejeune localizada en el Condado de Onslow, Jacksonville en Carolina del Norte estuvo en el centro de uno de los peores casos de contaminación de agua en la historia de Estados Unidos, según informes. Entre 1952 y 1987, el agua destinada al consumo humano estuvo contaminada con niveles peligrosamente altos de sustancias químicas tóxicas, incluidos solventes industriales y petróleo. Durante casi 30 años, los miembros del ejército y sus familias que vivían en la base militar bebieron y se bañaron en agua contaminada con compuestos orgánicos altamente tóxicos. Más de un millón de residentes estuvieron expuestos a niveles tóxicos hasta 300 veces superiores al límite de seguridad. Se estima que 500,000 personas, incluidos niños, han desarrollado enfermedades relacionadas con la contaminación, incluidos varios tipos de cáncer, toxicidad renal, enfermedades autoinmunes, infertilidad y más.
Una vida llena de conflictos y problemas
Si bien, John Wayne Bobbitt se recupera de las secuelas producto del envenenamiento al que estuvo expuesto durante años, su vida ha sido una completa montaña rusa a partir del momento en que su exesposa le cercenó el pene. Aquella traumática experiencia, que estuvo a punto de costarle la vida, lo convirtió en una celebridad. Tras someterse a una intervención de emergencia, los cirujanos, expertos en microcirugía, lograron reimplantarle el pene en una operación que duró nueve horas.
La cirugía le permitió continuar con su vida sexual y también fue su billete a la industria del porno. Fue una estrella, pero de las fugaces. Lo intentó todo para no desaparecer de la farándula: desde oficializar bodas en Las Vegas hasta gestionar un burdel. El documental de Peele narra la cantidad de veces que ha sido detenido, y como acabó en la cárcel dos veces por haber agredido a mujeres. Una de las víctimas ofrece un desgarrador testimonio en la serie.
La situación actual de la víctima, destaca no solo las secuelas físicas y psicológicas a largo plazo de aquel incidente de violencia doméstica, sino también las persistentes repercusiones para la salud vinculadas a la exposición a contaminantes ambientales. A medida que continúa su recuperación de las amputaciones recientes y se adapta a la vida con zapatos protésicos, su historia pone de relieve problemáticas más amplias relacionadas con la salud de los veteranos, la contaminación medioambiental y sus efectos a largo plazo en las personas afectadas.