Hombre se hizo pasar un por un príncipe saudí durante 30 años y un plato de comida lo delató
Redes sociales
Al mejor estilo de una película de Hollywood un hombre colombiano logró engañar a todo su entorno durante 30 años haciéndose pasar por un príncipe saudí y teniendo una vida llena de lujos y opulencia en los Estados Unidos. Sin embargo, fue descubierto gracias a un plato de comida.
Se trata de Anthony Moreno, quien se hizo llamar Anthony Gignac y en realidad es un colombiano huérfano que fue criado por una familia en Michigan.
Durante tres décadas, Anthony se hizo pasar por el "Sultán Bin Khalid Al Saud" , personaje con el que robó al menos ocho millones de dólares que le sirvieron de fachada en redes sociales para presumir la supuesta posesión de carros de lujo con placas diplomáticas como Ferrari y Rolls-Royce. Además de vivir en un exclusivo pent-house de Fisher Island, Miami.
Pero no solo él debía ser opulento sino también sus guardaespaldas, por lo que tenían insignias falsas de Servicio de Seguridad Diplomática, además de trajes tradicionales de Arabia. En su Instagram @princedubai_07 se dedicaba a presumir prestigiosa joyería y sus exhuberantes lujos.
Sin embargo, la farsa se le vino abajo por un error que cometió a la hora de comer, y es que un agente inmobiliario lo descubrió cuando el supuesto príncipe comió cerdo de un plato de comida, lo cual está prohibido según la cultura árabe y mucho más si se trata de un monarca.
El hombre contrató investigadores privados y más tarde escaló a investigaciones del FBI que determinaron que se trataba de un monumental estafador. Anthony se declaró culpable de sus múltiples delitos entre los que se incluye la presunción de un supuesto diplomático extranjero, fraudes electrónicos, robos, etc. Su condena fue de 18 años y 8 meses de prisión en los Estados Unidos.
La prohibición de consumir cerdo en la cultura árabe tiene sus raíces en la religión islámica. De acuerdo con el Islam, el cerdo es considerado impuro y está prohibido consumirlo. Esta prohibición se encuentra en el Corán y es parte de las leyes dietéticas islámicas, conocidas como halal.
Los musulmanes creen que el consumo de cerdo es nocivo para la salud física y espiritual. Como resultado, muchas personas en los países árabes, incluidos los príncipes árabes, respetan esta prohibición religiosa y evitan consumir carne de cerdo.