Encuentran en Alemania un manuscrito de 1,600 años de antigüedad que narra la infancia de Jesucristo
Jesucristo
Un impresionante hallazgo podría cambiar la historia de la niñez de Jesucristo, ya que en Alemania encontraron un antiguo papiro de más de 1,600 años de antigüedad, en el que se narra parte de los primeros años de vida del Salvador de la religión cristiana.
Pasando desapercibido en la Biblioteca Estatal y Universitaria de Hamburgo, se encontró uno de los registros más antiguos que narran la temprana edad de Jesús de Nazareth. Según los expertos en la materia, de la Universidad de Berlín, quienes se dieron cuenta que el que pensaban que era un manuscrito cotidiano en realidad era algo mucho más grande.
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Según el documento oficial de la Universidad Humboldt de Berlín, el manuscrito mide unos 11 x 5 centímetros, tiene trece líneas en letras griegas, unas 10 letras por línea, y viene del Egipto de la Antigüedad tardía.
También revelaron que se trata de una copia del Evangelio según Tomás entre los siglos IV y V, lo que lo convierte en la copia más antigua conocida.
Esta copia del Evangelio se creó como práctica de escritura en una escuela o monasterio, explicando el porqué de una caligrafía como la presentada.
En el comunicado se manifiesta que las pocas palabras del fragmento muestran que el texto describe el comienzo de la «vivificación de los gorriones», el tiempo de la infancia de Jesús que se considera el «segundo milagro» del Evangelio apócrifo de Tomás.
El documento más antiguo conocido que menciona a Jesucristo es el Papiro P52, también conocido como el Fragmento de Rylands. Este fragmento es una pequeña porción del Evangelio de Juan (Juan 18:31-33 y Juan 18:37-38) y data de aproximadamente el año 125 d.C.
Papiro P52:
Descripción: Es un fragmento de papiro de 8.9 cm por 6 cm.
Contenido: Contiene partes de los versículos del Evangelio de Juan 18:31-33 y 18:37-38.
Fecha: Aproximadamente 125 d.C., aunque algunos estudiosos sugieren que podría ser de mediados del siglo II.
Ubicación: Biblioteca John Rylands de la Universidad de Manchester, Inglaterra.
Este fragmento es significativo porque sugiere que los Evangelios fueron escritos y circulados dentro de un período relativamente corto después de los eventos que describen, lo que refuerza la historicidad de los textos del Nuevo Testamento.