Golpe de calor en perros y gatos: ¿Cómo prevenir un peligro mortal en verano?

Mascotas

Las altas temperaturas del verano no solo afectan a las personas, sino también a las mascotas, que tienen mayores dificultades para regular su temperatura corporal.

Imagen con fines ilustrativos de perros.
El golpe de calor es una de las principales emergencias veterinarias en verano / Pixabay

Sin los cuidados adecuados, pueden sufrir un golpe de calor, una condición potencialmente mortal. Con medidas simples, es posible evitar riesgos y garantizar su bienestar.

A diferencia de los humanos, los perros y gatos no tienen glándulas sudoríparas distribuidas por todo el cuerpo. Su principal mecanismo para disipar el calor es el jadeo y, en menor medida, la transpiración a través de sus almohadillas plantares. Sin embargo, cuando la temperatura ambiental es muy alta, estos métodos no son suficientes para enfriarlos.

“La alta humedad amplifica el impacto negativo de las temperaturas elevadas, dificultando que las mascotas se enfríen y exponiéndolas a niveles de calor peligrosos”, advierte la doctora Barbara Hodges, de la Humane Society Veterinary Medical Alliance de Estados Unidos.

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Además, su proximidad al suelo los expone a superficies extremadamente calientes, como el asfalto, que puede alcanzar temperaturas que causan quemaduras severas en sus patas. El golpe de calor ocurre cuando la temperatura corporal del animal supera los 41°C, provocando daño en órganos y tejidos. Sus síntomas incluyen:

  • Jadeo excesivo y respiración acelerada.
  • Letargo y debilidad.
  • Lengua y encías enrojecidas o azuladas.
  • Vómitos y diarrea.
  • Desorientación, colapso o convulsiones.

Las razas braquicéfalas, como bulldogs y carlinos, son particularmente vulnerables debido a sus dificultades respiratorias. También corren más riesgo los cachorros, los animales mayores, los que padecen enfermedades preexistentes y los que tienen sobrepeso.

Si un perro o gato muestra signos de golpe de calor, la rapidez en la respuesta puede salvarle la vida. Según el veterinario Marcelo Zysman (MP 7483), “el tiempo de reacción es determinante porque los daños internos avanzan rápidamente”.

Los pasos a seguir son:

  • Llevar al animal a un lugar fresco y sombreado.
  • Aplicar compresas de agua fría en cuello, abdomen y muslos.
  • Ofrecer pequeñas cantidades de agua fresca, evitando forzarlo a beber.
  • Mojar su cuerpo con agua tibia o fresca (nunca helada).
  • Aumentar la ventilación con ventiladores o aire acondicionado.
  • Contactar de inmediato a un veterinario.

Para proteger a las mascotas del calor extremo, es fundamental seguir estas recomendaciones:

  • Hidratación constante: proporcionar agua limpia y fresca en todo momento, agregando hielo en los días más calurosos.
  • Zonas de sombra: garantizar espacios frescos donde puedan refugiarse del sol.
  • Evitar paseos en horas de máximo calor: entre las 11:00 y las 16:00, la temperatura es más peligrosa.
  • Alimentación adecuada: optar por comidas ligeras y frescas, evitando carbohidratos que generen más calor.
  • Toallas húmedas o alfombrillas refrescantes: colocarlas en sus zonas de descanso para ayudar a reducir su temperatura.

El ejercicio y los desplazamientos con mascotas deben planificarse cuidadosamente para evitar riesgos:

  • Sacarlos a pasear en las primeras horas de la mañana o al atardecer.
  • Evitar que caminen sobre asfalto caliente (si es incómodo para la mano, también lo es para sus patas).
  • Llevar siempre agua y un cuenco portátil para hidratarlos.
  • No dejarlos dentro de vehículos estacionados, ya que la temperatura en su interior puede superar los 50°C en minutos, incluso con las ventanas abiertas.
  • Mantener el auto fresco con aire acondicionado y hacer paradas frecuentes en viajes largos.

Los perros braquicéfalos, como bulldogs, carlinos y bóxers, tienen más del doble de probabilidades de sufrir un golpe de calor que otras razas debido a sus dificultades respiratorias. Otros factores de riesgo incluyen:

  • Sobrepeso: contribuye a la retención de calor.
  • Pelaje abundante o grueso: limita la ventilación natural del cuerpo.
  • Problemas cardíacos o respiratorios: agravan la dificultad para regular la temperatura.

Para estas mascotas, es recomendable extremar las precauciones y consultar al veterinario sobre opciones para mantenerlas frescas. Los perros y gatos sin hogar enfrentan un riesgo aún mayor durante las olas de calor. Pequeñas acciones pueden hacer una gran diferencia en su bienestar:

  • Dejar recipientes con agua fresca en lugares sombreados.
  • Crear refugios con cartón o lonas para protegerlos del sol.
  • Guiarlos hacia zonas con pasto o tierra en lugar de asfalto caliente.
  • Si muestran signos de golpe de calor, mojarlos con agua fresca y contactar a un refugio o veterinario cercano.

El golpe de calor es una de las principales emergencias veterinarias en verano, pero con cuidados adecuados es completamente prevenible. La clave está en garantizar hidratación, sombra y evitar la exposición prolongada al sol. Con estas medidas, es posible disfrutar del verano junto a perros y gatos sin poner en riesgo su salud.

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