Asesino de dj colombiana capturado en Panamá hace macabra confesión

El crimen de la colombiana y DJ Valentina Trespalacios parece estar a punto de llegar a su final. El norteamericano John Poulos, quien fue acusado de cometer el feminicidio, confesó que el asesinato ocurrió mientras tenía relaciones sexuales con la mujer. Poulos fue capturado por oficiales de la Interpol en el Aeropuerto Internacional de Tocumen el 25 de enero de 2023, tres días después de que las autoridades colombianas encontraran el cuerpo de la dj en un contenedor de basura en la localidad de Fontibón en la ciudad de Bogotá.

El norteamericano de 35 años, viajó a Panamá el mismo día en que fue hallado el cuerpo de Trespalacios. Alertados por la salida del país del sospechoso, la Policía Nacional de Colombia solicitó su detención a las autoridades panameñas quienes confirmaron su arresto horas después.

A más de un año del macabro asesinato, Poulos dio una entrevista en la cárcel La Picota de Bogotá, estremeciendo a los asistentes, jueces, abogados y medios de comunicación con los detalles del crimen. Poulos admitió que fue durante un encuentro sexual con la joven de 23 años, cuando la estranguló con un objeto que ella tenía puesto en el cuello. Según lo que narró, al darse cuenta de que la asfixió cortó el objeto con un “cuchillo con mango amarillo”, sin embargo, la mujer ya no tenía pulso,“Cuando le revisé el pulso, ya estaba muerta”.

Adicionalmente, dijo que ese día había consumido tusi, un alucinógeno. Que “lamentaba” haber procedido con Valentina metiéndola en la maleta y tratando de escapar. Cabe resaltar, que en días anteriores aseguró que era inocente: “Soy inocente y todas estas pruebas, más mi testimonio, me ayudarán a lograrlo”.

Según los especialistas en conductas feminicidas, el comportamiento de Poulos desde el asesinato, sus discursos ambiguos de aceptación, negación, confusión e intentos de manipulación de la verdad son solamente una prueba más de que su “arrepentimiento” no es genuino.

Así lo confirma el Instituto Andalus de la Mujer en España sobre el análisis de los criminales autores de feminicidios: “el agresor se arrepiente, pide perdón, busca excusas para explicar su conducta, hace promesas de cambio, fomentando la idea de cambio”.

Otro punto que resaltan los psicólogos y psiquiatras es el hecho de que el hombre intentara minimizar la gravedad de sus actos por medio de un enmascaramiento de la conducta consciente, ya que a este último discurso agregó: “Imagínense matar a alguien a quien uno ama. Es una sensación horrible. Quedé destruido, yo a ella la amaba. Lamento la decisión de meterla en la maleta y tratar de escapar. La habitación me daba vueltas, había consumido muchas drogas”.

Por otra parte, el sujeto intentó victimizarse atribuyéndole a las compañías de Valentina la culpa de que él haya intentado fugarse tras el crimen, ya que los amigos de la mujer le podían haber hecho daño al darse cuenta de que él le quitó la vida: “Hay una percepción en Estados Unidos de que en Colombia la justicia y la Policía es muy corrupta y sentí que no iba a tener un juicio justo. Seguía bajo los efectos del alcohol y las drogas, pero pensé en salvar mi vida, por esa razón intenté escapar”, afirmó.

"El que realice la conducta punible en estado de ira o de intenso dolor, causados por comportamiento ajeno grave e injustificado, incurrirá en pena no menor de la sexta parte del mínimo ni mayor de la mitad del máximo”, sentencia el artículo 57 del código penal colombiano.

Poulos, según los estudiosos de las conductas criminales, ha intentado manipular, desde su detención a los medios de comunicación y jueces. Inicialmente había mencionado que se enteró de una presunta infidelidad de Valentina, por lo que contrató a un investigador privado para vigilarla y que había conocido que un hombre le tocó la pierna a ella, dijo en su momento a la prensa colombiana, en un intento por justificar sus actos. 

Ahora la justicia colombiana espera determinar cuál será la decisión respecto al caso del feminicidio de la DJ Valentia Trespalacios, la Fiscalía General de la Nación y el juez del caso tienen aún más elementos para condenarlo por feminicidio. El estadounidense podría pagar entre 20 y 40 años de prisión en cárceles colombianas.