Falleció Mario Gómez, el mayor de los 33 mineros rescatados en Chile en 2010
Gómez tenía 63 años, era el mayor del grupo y fue el noveno en ver la luz, tras ascender por una jaula de metal de apenas 66 centímetros de diámetro.
El chileno Mario Gómez, el más longevo del grupo de 33 mineros que estuvieron atrapados en 2010 en una mina al norte de Santiago, y que inspiró al futbolista y seleccionado alemán homónimo, murió el pasado sábado, informó una funeraria chilena.
Candelaria, una empresa funeraria de Copiapó, 800 km norte de Santiago, informó en un comunicado "el sensible fallecimiento de quien fuera en vida el señor Mario Nicolás Gómez Heredia". No se dio a conocer la versión oficial de la causa de su deceso, aunque Gómez arrastraba silicosis, una enfermedad pulmonar que aqueja a los trabajadores las minas.
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Gómez formó parte del grupo de 33 mineros chilenos que quedaron atrapados el 5 de agosto de 2010 a más de 600 metros de profundidad en la mina San José, cerca de Copiapó, y que fueron rescatados 69 días después tras una exitosa operación seguida por millones de personas.
El día del accidente Gómez tenía 63 años, era el mayor del grupo y fue el noveno en ver la luz, tras ascender por una jaula de metal de apenas 66 centímetros de diámetro, por un orificio perforado por más de un mes.
La vida del minero chileno fue la inspiración del futbolista alemán Mario Gómez. El delantero vio por televisión cómo luchaban los mineros para salir de las entrañas de la tierra y se conectó de inmediato con la historia del noveno minero en ser rescatado, que llevaba su nombre. El futbolista, ahora retirado, usó como cábala el número 33 y poco después salió de una sequía goleadora.
Un rescate que conmovió al mundo
El 5 de agosto de 2010, 33 mineros quedaron atrapados a más de 600 metros de profundidad en la mina San José , ubicada en el desierto de Atacama, Chile, tras un derrumbe en la galería principal. Este accidente, que permaneció en vilo al mundo entero, se convirtió en una de las operaciones de rescate más impresionantes de la historia moderna, culminando con la liberación de los mineros el 13 de octubre de 2010 , después de 69 días bajo tierra.
La mina San José, operada por la empresa San Esteban, tenía un historial de problemas de seguridad. El 5 de agosto, un bloque de roca de 700.000 toneladas se desprendió, bloqueando la única salida. Los 33 trabajadores quedaron atrapados sin posibilidad de comunicación con el exterior y con suministros limitados. Inicialmente, los mineros tenían alimentos para solo tres días, lo que les obligó a racionar severamente. Subsistieron a base de dos cucharadas de atún, un sorbo de leche y una galleta cada 48 horas.
"Estamos bien en el refugio, los 33"
Durante los primeros 17 días , no se sabía si los mineros estaban vivos. Las autoridades chilenas, encabezadas por el presidente Sebastián Piñera , iniciaron un intenso operativo de búsqueda y perforación, con la esperanza de llegar al refugio donde los mineros podrían haber resguardado. Después de múltiples intentos fallidos, el 22 de agosto , una de las sondas llegó al lugar correcto. Los rescatistas encontraron una nota que se convirtió en símbolo de esperanza: "Estamos bien en el refugio, los 33".
Una vez se confirmó que los mineros estaban vivos, comenzó la llamada Operación San Lorenzo, en honor al santo patrón de los mineros. El desafío consistía en perforar un túnel lo suficientemente ancho para sacar a los hombres uno a uno, sin causar más derrumbes. Expertos de todo el mundo se unieron a la misión, y se diseñaron tres planos paralelos (Plan A, B y C) para asegurar el éxito.
Mientras tanto, se inició un conducto de comunicación con los mineros a través de un tubo que les permitía recibir alimentos, agua, medicinas y cartas de sus familias. Los mineros también comenzaron a enviar videos mostrando su condición física y mental, lo que ayudó a mantener la moral alta tanto para ellos como para sus seres queridos en la superficie.
El 13 de octubre de 2010, después de 69 días bajo tierra, el mundo fue testigo de uno de los rescates más impresionantes de la historia. A través de la cápsula Fénix 2, diseñada por la NASA y la Marina de Chile, los mineros fueron extraídos uno por uno. Florencio Ávalos fue el primer minero en ser rescatado, y Luis Urzúa , el jefe del grupo, fue el último en salir, siendo recibido como un héroe.
Millones de personas en todo el mundo siguieron en vivo la transmisión del rescate, que duró casi 24 horas. Las imágenes de los mineros abrazando a sus familiares y al presidente Piñera fueron emotivas y reflejaron el triunfo de la perseverancia humana frente a la adversidad.
Consecuencias y legado
El caso de los 33 mineros dejó una marca profunda en Chile y en el mundo. Después del rescate, se abrió un debate sobre la seguridad en las minas del país, y la empresa San Esteban fue duramente criticada por no cumplir con los estándares mínimos de protección. Aunque los 33 mineros sobrevivieron, muchos sufrieron problemas de salud física y mental debido al trauma.
El episodio también inspiró múltiples libros, documentales y películas, entre ellas Los 33 (2015), protagonizada por Antonio Banderas . Además, la cápsula Fénix se convirtió en un símbolo del ingenio humano y la cooperación internacional.