Fallece influencer al caer del puente Talavera cuando intentaba grabar un video para redes sociales
Las autoridades están cansadas de reiterar que está totalmente prohibido subir al puente por el peligro que supone una caída.
Un británico de 26 años murió al caer de un puente desde donde pretendía sacar imágenes para las redes sociales en una localidad a un centenar de kilómetros de Madrid. El hombre, cuyo nombre no fue revelado, estaba acompañado por un compatriota de 24 años cuando cayó del puente de Talavera de la Reina, unos 110 kilómetros al suroeste de la capital de España, según anunció la alcaldía del municipio en un comunicado.
"Según hemos podido saber, habían venido a Talavera para subir al puente y crear contenido para redes sociales, que se ha saldado con este nefasto y triste desenlace", afirmó la concejal de Seguridad Ciudadana del municipio, Macarena Muñoz. Según la prensa española, las fuertes lluvias caídas en Talavera antes del accidente pudieron haber contribuido, al haber dejado muy resbaladiza la superficie.
En los últimos años se han incrementado los casos de influencers que han fallecido de manera trágica cuando intentaban crear contenido realizando maniobras altamente riesgosas sin tomar las medidas de seguridad pertinentes.
El Puente de Talavera es una de las infraestructuras más icónicas de la ciudad de Talavera de la Reina, situada en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, España. Este puente, conocido también como el Puente Viejo, tiene un gran valor histórico y arquitectónico, y fue fundamental para el desarrollo de la ciudad, ya que permitió la conexión sobre el río Tajo, facilitando el transporte y el comercio en la región. El puente también forma parte de la Ruta de los Puentes Históricos de España, lo que ha contribuido a atraer a turistas interesados en la arquitectura medieval y el patrimonio histórico de la región.
La preservación del puente ha sido clave para mantener la identidad de Talavera. Ha servido de testigo a numerosos cambios históricos y políticos en España, y hoy sigue siendo uno de los elementos más fotografiados de la ciudad. Es un ejemplo de cómo la infraestructura histórica puede convivir con el desarrollo moderno, sin perder su esencia original.
Con 152 cables metálicos e impresionantes vistas sobre el paisaje circundante, atrae desde hace tiempo a amantes del riesgo, 'influencers' y creadores de contenido en las redes sociales, que trepan por él, aunque no esté permitido hacerlo. "Está totalmente prohibido y (...) hemos reiterado en multitud de ocasiones que no se puede hacer bajo ningún concepto", subrayó Muñoz.