Exreina de belleza condenada por proxenetismo busca apelar la decisión
Miss Universo
Kelly Johana Suárez Moya solicitó apelar su condena por delitos relacionados con la explotación sexual: un llamado a la Corte Suprema.
La historia de la exreina de belleza, conocida como “Miss Cartagena”, ha resurgido en la opinión pública tras su condena a 19 años y ocho meses de prisión por delitos relacionados con la explotación sexual y proxenetismo de menores.
La modelo, cuya historia fue retratada en la película Sound of Freedom, ha presentado una tutela ante la Corte Suprema de Justicia para defender su derecho a un juicio justo.
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Suárez fue capturada el 11 de octubre de 2014 durante un operativo que desmanteló una red de explotación con 54 menores de edad en la isla de Barú. Su proceso judicial comenzó con su acusación formal en diciembre de 2015, pero la audiencia preparatoria de su juicio no se realizó hasta noviembre de 2022, casi siete años después.
Ella considera que este retraso ha afectado su derecho a la defensa: “Durante esos 6 años y 11 meses, no se registran en las actas llamados de atención o medidas correctivas para evitar esta situación”, argumentó Suárez en su recurso.
En su petición a la Sala Penal de la Corte Suprema, Suárez alega que se le ha restringido su derecho a la defensa, señalando que su postura jurídica no fue considerada adecuadamente en el proceso de apelación que se evaluará en el Tribunal Superior de Bolívar.
“El hecho de que mi postura jurídica se presente como no recurrente no significa que vaya en contravía de los argumentos de mi defensor”, aseguró.
El caso de Suárez ha ganado relevancia tras el estreno de Sound of Freedom, una película que aborda la explotación infantil y que incluye la historia de un personaje similar a la vida de Suárez.
En el filme, el personaje de Katy Giselle se presenta como una modelo cuya agencia es, en realidad, una fachada para atraer y explotar sexualmente a menores. Este paralelismo ha generado un mayor interés en su caso.
La captura de Suárez formó parte de un operativo en colaboración con la ONG estadounidense Operation Underground Railroad, fundada por el exagente federal Tim Ballard. Según testimonios, Suárez organizó una fiesta para un extranjero que supuestamente celebraba su despedida de soltero, en la cual participaron 54 menores, algunos de ellos con edades entre los 11 y 14 años. Ballard, que se encontraba en el lugar en ese momento, denunció los hechos a las autoridades, lo que llevó a la detención de Suárez y otros implicados.
A medida que avanza su proceso judicial, el caso de Kelly Johana Suárez se convierte en un recordatorio inquietante de la explotación de menores y de las luchas que enfrentan quienes buscan justicia en un sistema que, según ella, ha fallado en proteger su derecho a una defensa adecuada. La decisión de la Corte Suprema sobre su tutela podría tener implicaciones significativas en su futuro legal y en la percepción pública de su historia.