Caso Cerrado Rr
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Desde los corredores más experimentados hasta aquellos que recién inician, todos tienen algo en común: buscan optimizar su rendimiento y mejorar su bienestar. Sin embargo, surge la pregunta recurrente sobre si es más efectivo correr rápido durante cortos períodos o mantener un ritmo moderado por más tiempo.
Expertos en medicina deportiva y fisiología han analizado esta cuestión para ofrecer una respuesta informada, considerando las ventajas y desventajas de ambos métodos de carrera. Al final, la clave parece estar en equilibrar ambos enfoques para maximizar los resultados sin sobrecargar el cuerpo.
Optar por trotar durante un período prolongado, especialmente a un ritmo moderado, tiene claras ventajas para quienes buscan mejorar su resistencia física y cardiovascular. El Dr. John Vasudevan, especialista en medicina física y rehabilitación en Penn Medicine, explica que “correr por más tiempo ayuda a fortalecer el sistema cardiovascular, ya que exige al cuerpo mantener la actividad durante un largo período, mejorando así la capacidad aeróbica”.
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Este enfoque también tiene la ventaja de causar menos impacto en las articulaciones. Según el Dr. Todd McGrath, médico deportivo en el Hospital for Special Surgery, correr a un ritmo moderado “supone menos estrés para las articulaciones, el corazón y los pulmones”, lo que permite una recuperación más rápida entre sesiones.
Sin embargo, este tipo de entrenamiento tiene sus inconvenientes. El Dr. McGrath advierte que “el correr durante largos períodos de tiempo puede aumentar el riesgo de lesiones por la repetición de movimientos, como tendinitis, fascitis plantar y fracturas por estrés”. Además, como explica un corredor experimentado, los principiantes deberían priorizar el tiempo sobre la distancia: “Cuando comenzamos a correr, lo más importante es disfrutar del proceso y construir una base sólida, por lo que un enfoque gradual y basado en el tiempo es ideal”.
Por otro lado, correr rápido, ya sea en distancias cortas o en intervalos, tiene sus propios beneficios, especialmente cuando se busca un entrenamiento más intenso en menos tiempo. El Dr. McGrath sostiene que “correr rápido activa la capacidad anaeróbica del cuerpo, lo que significa que el cuerpo utiliza glucosa en lugar de oxígeno para generar energía, lo que lleva al corazón y los pulmones a trabajar más intensamente”.
Este tipo de carrera también favorece el fortalecimiento muscular. La alta intensidad de los movimientos rápidos ayuda a mejorar la potencia y el rendimiento en ejercicios explosivos, lo que es útil para quienes buscan aumentar la masa muscular y la fuerza.
A pesar de los beneficios, correr rápido también presenta algunos riesgos. El principal inconveniente es el tiempo de recuperación necesario después de una sesión intensa. Las personas que corren a alta velocidad deben permitir que sus músculos se reparen adecuadamente para evitar la fatiga y las lesiones, como distensiones y tirones musculares. La clave aquí es no sobrecargar el cuerpo y realizar entrenamientos de alta intensidad con la debida preparación, que incluye un buen calentamiento y estiramientos.
Según los expertos, la mejor estrategia para quienes desean obtener lo mejor de ambos mundos es combinar carreras largas y lentas con intervalos rápidos. Esta metodología 80/20, que consiste en hacer un 80 por ciento de carreras de resistencia a un ritmo moderado y un 20 por ciento de carreras rápidas, proporciona un equilibrio que maximiza los beneficios mientras minimiza los riesgos.
El Dr. McGrath explica que “mezclar ambos estilos de carrera permite un progreso constante y seguro, mejorando tanto la resistencia como la potencia muscular”. Además, incorporar intervalos de alta intensidad durante una carrera larga puede ayudar a mantener la motivación y acelerar la quema de calorías.
Independientemente de la técnica que elija, los expertos coinciden en la importancia de un calentamiento adecuado antes de comenzar cualquier sesión de running. Esto reduce el riesgo de lesiones y prepara al cuerpo para el esfuerzo físico. También es recomendable consultar a un médico si se experimenta dolor crónico al correr.