Vacunados y autorizados a divertirse, residentes de geriátricos van al teatro
Es su primera salida en un año. Un centenar de ancianos de varias residencias en Madrid, recién vacunados, asistieron al teatro este miércoles, una experiencia emocionante para estos pioneros de la inmunización.
Con las uñas pintadas, el pelo peinado cuidadosamente y su abrigo de piel, Milagro Fernández, de 98 años, integra la excursión.
Llega al salón de su residencia entre aplausos: El personal no se habría perdido este momento por nada del mundo. Milagro superó el covid-19 en la pasada primavera.
La menuda mujer sale y se sube a un minibús con otros tres compañeros, Antonio Alonso, de 87 años, Concha Martínez, de 90, y José Tellez, de 92 años y quien lanza a la directora de la residencia: "¡Gracias por la 'tournée'!"
Enfilan hacia Gran Vía, el "Broadway" madrileño.
"¿Después vamos a comer a algún lado?", pregunta José, muy entusiasmado por esta primera salida en tanto tiempo.
Un año sin haber podido abandonar la residencia. Un año sin ver Madrid y sus concurridas calles.
Laura Egea, la directora, dice que le habría encantado acompañarlos. La primera ola se cebó con el establecimiento.
Se enjuga algunas lágrimas cuando recuerda las "decenas" de residentes, de una población de 180, que no sobrevivieron. "Un duelo" que aún no acaba.
A principios de diciembre, el gobierno español estimó que entre el 47% y 50% de los fallecimientos en la primera ola de la pandemia se registraron en residencias de mayores. El país ha contabilizado hasta ahora más de 68.000 muertes en total.
Imagen de esperanza
En el minibús, no paran de hablar. Una señala la peluquería a la que solía ir, otro recomienda restaurantes, un tercero va dando indicaciones al conductor.
Frente al teatro EDP Gran Vía, decenas de otros minibuses ya están estacionados. Con precaución, van descendiendo las cabezas de pelo cano.
En el vestíbulo, decenas de andaderas. Los bastones se guardan debajo de los asientos.
El teatro invitó a 150 jubilados vacunados de siete residencias madrileñas y a 50 enfermeros, también inmunizados, al show humorístico del actor Santi Rodríguez.
Pero el verdadero espectáculo no está sobre la tarima. La prensa, venida en masa, se aglutina para inmortalizar el momento.
Estas personas mayores encarnan la esperanza de un regreso a la vida normal, si bien observan la distancia de seguridad y llevan mascarillas.
Conchita mira a su alrededor: "Extraño ver a tanta gente. Y que haya unión, somos muchos". Toda sonrisas, Milagro se sienta en la silla de terciopelo rojo.
El espectáculo va a comenzar.
"Ya era hora"
Media hora de chistes y carcajadas iluminan esta mañana de febrero, a más de un año del comienzo de la pandemia.
A la salida, Antonio refunfuña por la cola para ir al baño. A Milagro le brillan los ojos: "Poco a poco, vamos otra vez disfrutando de todo", dice. Y luego guarda silencio, abrumada por la emoción.
Clotilde Frías, la representante de la residencia autorizada a acompañarlos, dice ser "la más emocionada de los cinco".
"Estamos muy contentos de poder haber salido. Después de un año y 10 días, ya era hora, ¿no?", expresa.
Para las personas mayores, "es una inyección de vitalidad, de ilusión, de optimismo tremendo", estima, y dice esperar que esto no sea más el comienzo de volver a hacer lo que tanto les gusta: "Salir, comer y divertirnos".
De momento, España ha vacunado a 1,2 millones de personas, en una campaña que comenzó en diciembre por las residencias de mayores.