Toneladas de residuos florales se convierten en barritas de incienso para evitar la contaminación
La fragancia de toneladas de flores cultivadas con insecticidas y pesticidas, que servían de ofrenda en los templos de Uttar Pradesh en la India, inspiraron al científico Ankit Agarwal a darle una segunda oportunidad a estos residuos que iban a parar al Ganges y así evitar la contaminación en este importante río.
Su historia forma parte de muchos proyectos narrados a través del programa Ciudadanos Verdes de la Unesco, (Unesco Green Citizens).
Más de 8,4 toneladas de flores iban a parar al Ganges, por lo que Agarwal desarrolló una tecnología para reciclarlas en productos orgánicos artesanales.
El científico fundó Phool, la empresa que fabrica conos y varillas de incienso natural.
Pero la empresa, además de tener un objetivo verde también contribuye a dar empleo a mujeres de sectores marginados y un salario justo, según la Unesco.
Después de investigar cómo reciclar las flores y hacer un amplio trabajo de sensibilización en las poblaciones, logró el acuerdo con las autoridades para que les entregaran las flores a esta empresa y no tirarlas al río.
La recolección de los residuos florales comenzó en 2018 y aumentó de 7,5 kg a 8,5 toneladas.
Phool también tiene como objetivo ofrecer otras soluciones ambientales para materiales de embalaje, cuero y poliestireno.
La empresa aspira expandirse por toda la India y crear 2,000 puestos de trabajo a finales del año 2022.
A través de esta plataforma de Ciudadanos Verdes, la Unesco apoya el cambio mediante proyectos de acción ambiental y promueve a los agentes de cambio que son descubiertos por equipos de este organismo y observadores alrededor del mundo.
“Esta plataforma ofrece oportunidades para asociaciones y comparte mejores prácticas, innovaciones e ideas. Es un foco de atención sobre las aventuras humanas, que muestran el mismo fervor y visión compartida del futuro de nuestro planeta”, puntualiza la Unesco.
Con información de Unesco Green Citizens