'Refugee Food Festival' promueve el talento culinario de los refugiados en Bélgica
Un lleno absoluto y comida exquisita, así podría resumirse la tercera edición de "Refugee Food Festival", en el que cocineros refugiados de Siria e Irán han exhibido esta semana en seis restaurantes de Bruselas su talento culinario y su cultura a través de la comida.
Creado en 2016 en París gracias a la iniciativa lanzada por "Food Sweet Food" y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tiene como objetivo mostrar una imagen de los refugiados muy distinta de la que transmiten los medios de comunicación.
"Es una iniciativa ciudadana porque queremos promover el talento de los refugiados, y también probar comida de otros países, ya que pensamos que es una buena manera de conocerlo", aseguró a Efe Anne Claire, una de las voluntarias del festival, quien añadió que este proyecto pretende ayudar en la "integración social y profesional" del refugiado.
En el proyecto han participado un total de 100 restaurantes de 15 ciudades del mundo, desde Ciudad del Cabo, Nueva York y San Francisco, pasando por Atenas, Ámsterdam y Estrasburgo, hasta Bolonia, Madrid y Bruselas.
Los restaurantes que han colaborado son diversos: desde cocinas al estilo de las cantinas hasta prestigiosos establecimientos con estrellas Michelín.
Gracias a esta iniciativa, los ciudadanos que han acudido al bar Chez Franz han descubierto grandes talentos detrás de los fogones, como el de Abdellbaset Alheeshan, nacido en Siria y que desde 2015 vive en Bruselas aprendiendo la lengua flamenca.
"Vi el festival en la página de Facebook y envíe la solicitud (...), luego tuve un encuentro con los organizadores y me preguntaron varias cosas y les dije que era un hobby pero que me gustaría profesionalizarlo, ellos me dijeron de hacer algo y dije que de acuerdo", afirmó en unas declaraciones a Efe.
Para Alheeshan estar presente en este Festival le hace sentir "feliz" y considera que es primordial en la búsqueda de empleo ya que "lo más importante en Bélgica es tenerlo, porque lo perdí en Siria, perdí mi casa, casi mi familia y todo, entonces esto es un nuevo comienzo", expresó.
Este cocinero sirio es veterano en este Festival, ya que participó el año pasado y aseguró que el momento más emocionante es "cuando veo las caras de la gente degustando la comida" ya que "es una divertida exhibición (...) y me preguntan cómo has preparado esto y esto, y consiguiendo un perfecto sabor".
Aunque su pasión es cocinar y le encantaría trabajar como cocinero en un empleo a largo plazo, le gustaría cumplir otro sueño aún más grande.
"Me encantaría tener un programa de televisión como cocinero, como aquí en Bélgica que hay uno muy famoso", añadió entre risas.
Tras esta edición espera que "alguien invierta en mí como cocinero en algún servicio de catering, y que alguien diga ese es Abdell y me contrate".
En este sentido, algunos cocineros que participaron en la edición anterior han impulsado sus carreras en la industria alimentaria en los países donde les acogieron, como resultado de las redes sociales y profesionales que han surgido a raíz de esta iniciativa, mientras que otros han encontrado un empleo después de su participación en el evento.
Al ser preguntado por si le gustaría participar el año próximo en el "Refugee Food Festival", declaró sin ningún atisbo de duda que "si puedo, participaría todos los días durante el resto de mi vida".