[Opinión] De Rómulo, aprendí
Cada quien tiene una historia que contar, aquí solo presentamos un testimonio en el marco de la celebración del Día del Padre en Panamá.
Mi papá nació en medio del campo en una familia de escasos recursos. Uno de los once hijos de Alejandro y Columba, muchas veces me contó que en su casa eran reiteradas las ocasiones en que no había comida para todos.
Rómulo, mi padre, sacrificó mucho durante toda su vida para salir de la pobreza y conseguir estabilidad. Para cuando yo vi el mundo por primera vez, no me faltaba nada. A pesar de la separación de mis padres a mis seis años, mi papá nunca dejó de estar.
Él se preocupó por ser parte de decisiones importantes como dónde viviría, en qué escuela iba a estudiar, qué cursos debía tomar y sobretodo, que siempre tuviera lo necesario.
De mi papá aprendí a ser perseverante porque solo así se logran las metas, los sueños. Solo así se conquista lo imposible".
Sin embargo, lo que más recuerdo de mi niñez no son las cosas que me ha dado, sino los momentos que compartimos. La forma en que mi padre me habla de la vida y me hace sentir que mi opinión es importante, que soy capaz de hacer lo que me proponga y sobretodo, que en este mundo hay una espacio para mí. “Tienes todo para triunfar”, me dice y me anima a trabajar, a dar lo mejor de mí, a nunca desistir.
De mi papá aprendí a ser perseverante porque solo así se logran las metas, los sueños. Solo así se conquista lo imposible.
Ser padre es una responsabilidad. De hecho, papá no es solo el que crea sino el que cría. Ellos son pieza clave de la familia que es la base de la sociedad. Nos cuidan, nos guían y nos dan herramientas para luchar en esta vida.
Para aquellos hombres que enfrentan con valentía la responsabilidad de formar a un ser humano, guiarlo para ser la mejor versión de sí mismo. Esos que se paran temprano y salen a la calle a buscar el pan para traer a casa. Que con sus regaños evitan que nos descarrilemos. Esos papás que se preocupan por nuestro bienestar diario y hacen el mejor esfuerzo de cubrir a nuestras madres cuando ellas no pueden estar.
A los padres que están y aquellos que ya no pueden, hoy los celebramos por el aporte que han hecho a nuestras vidas y, en consecuencia, a esta sociedad.