La increíble historia del jinete que dieron por muerto tras sufrir una terrible caída y volvió a competir
Hípica
Declan Murphy era un jinete imparable, estaba en el punto máximo de su carrera, su rostro ocupaba las principales tapas de los diarios europeos con sus increíbles victorias. Hasta que una tarde de 1994 su vida cambió por completo.
Aquel año, Murphy había ganado todas las competencias en las que había participado. Era considerado el 'Rey de las pistas' y se disponía a imponer su clase en el Swinton Handicap Hurdle en el hipódromo Haydock Park en mayo de 1994. Pero un mal cálculo desembocó en una terrible caída que lo dejaría entre la vida y la muerte.
El jinete le contó a la BBC aquel terrible episodio y cómo hizo para resurgir entre las cenizas.
El día del fatídico accidente yo estaba montando al favorito, Arcot, y era la última carrera importante de la temporada.
Había sido un año fantástico: había ganado 60 carreras.
Recuerdo que Arcot saltó la penúltima valla e íbamos primeros, pero de pronto todo empezó a salir mal.
Faltando 200 metros para la última valla sentí que mi caballo no tenía la fuerza para mantener su galope. así que tomé una decisión táctica y acorté las riendas.
"Había calculado todo en mi mente perfectamente, pero en un momento de locura el caballo dio un paso demasiado largo, su pelvis se quebró y chocó contra la valla".
Murphy salió lanzado hacia adelante y su cabeza chocó con la cabeza de su propio caballo, dejánlo inconsciente antes de caer al suelo.
"Otro caballo que venía atrás le pisó. El jinete hizo todo lo que pudo, logró esquivar a mi caballo caído y trató de saltar por encima del mío pero el animal cayó sobre mi cabeza", cuenta Murphy en su libro 'Centaur', donde el jinete narra como 'volvió a nacer' tras la fatídica caída y el alto precio que tuvo que pagar por ello.
A Murphy lo llevaron al hospital e inmediatamente lo conectaron a un sistema de soporte vital.
El cirujano que lo operó le dijo a su novia, Joanna, que había sufrido un enorme daño cerebral y que su situación era crítica.
"Los médicos le dijeron que tenía un 50% de posibilidades de sobrevivir, y que si lo hacía probablemente iba a tener secuelas graves".
Los médicos recomendaron desconectarlo del sistema de soporte vital, pero una decisión tan trascendental como esa, debían tomarla sus padres, que se encontraban viajando desde Irlanda.
En medio de todo este caos, la falta de noticias por parte del hospital sobre el estado del jinete hizo que los periódicos lo interpretaran como una señal de que había muerto.
"Yo tenía 28 años cuando ocurrió mi accidente pero cuando desperté del coma mentalmente había quedado como si tuviera 12. No podía recordar los últimos años de mi vida, incluyendo mi relación con Joanna".
La 'amnesia' provocada por la caída le llevó elegir entre él y el mundo, un costo que le exigía un precio terrible para los más cercanos a él.
Se alejó de todos, tanto de familiares como amigos, "era algo triste y egoísta, pero lo tenía que hacer para llegar a donde necesitaba llegar.
Eso es lo mucho que estaba dispuesto a perder sólo para ganar mi vida", afirma en una entrevista al diario 'The Guardian'.
Y finalmente todo el sacrificio tuvo su recompensa. Murphy se recuperó lo suficiente como para montar de nuevo.
18 meses después de su accidente competió en una carrera en Chepstow, Gales, y contra todo pronóstico, ganó.
El riesgo era enorme. Si sufría cualquier tipo de caída o golpe, no habría sobrevivido.
"Ganar esa carrera me trajo alivio, significaba que había superado el pequeño agujero en el túnel que tenía que pasar", explica. Decidió que nunca más competiría, porque "no quise que mi vida se definiera por mi lesión o por correr, porque en mi cabeza, mi vida no había comenzado todavía.".
"Ahora estoy casado y tengo una hija de siete años llamada Sienna. Me siento enormemente afortunado de que después de todo lo que viví pude reconstruir mi vida y ser feliz".
El libro autobiográfico de Declan Murphy, 'Centaur', salió a la venta en abril de 2017.
***Con información de www.bbcmundo.com***