La historia de un cóctel sangriento: Un misterio con sabor
Historias del mundo
El Bloody Mary no es solo un cóctel, sino un ícono cultural.
Imagina una resaca brutal y la solución perfecta: un cóctel que combina jugo de tomate, vodka, y un toque de especias que te despiertan de inmediato. Así es, estamos hablando del Bloody Mary, esa mezcla milagrosa que muchos juran es la mejor cura para el día después. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene su nombre?
Un comienzo en París
El Bloody Mary tiene una historia tan rica y compleja como su sabor. Se dice que su origen se remonta a la década de 1920, en el famoso bar Harry’s New York Bar en París. Este bar era un lugar de encuentro para expatriados estadounidenses, y uno de los personajes clave en esta historia es Fernand “Pete” Petiot, un joven barman que experimentaba con mezclas novedosas.
Petiot es acreditado por crear una versión primitiva del Bloody Mary mezclando vodka y jugo de tomate. Pero en ese entonces, el cóctel era bastante simple y aún no tenía el nombre por el que lo conocemos hoy.
¿Quién era Mary?
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. El nombre "Bloody Mary" tiene varias teorías detrás. Una de las historias más populares sugiere que fue nombrado en honor a la reina Mary I de Inglaterra, conocida como “Bloody Mary” por su persecución sanguinaria de los protestantes en un intento de restaurar el catolicismo. Este apodo refleja la reputación sangrienta de su reinado, y el color rojo del cóctel parece encajar a la perfección.
Otra teoría sugiere que el nombre podría estar inspirado por una camarera llamada Mary que trabajaba en un bar de Chicago llamado "Bucket of Blood". Esta anécdota tiene un aire más casual, pero es difícil verificar su autenticidad.
Evolución del cóctel
Cuando Petiot se mudó a Nueva York en 1934 para trabajar en el King Cole Bar del Hotel St. Regis, el Bloody Mary ganó popularidad. Fue allí donde Petiot empezó a condimentar la bebida, añadiendo salsa Worcestershire, pimienta negra, y otras especias, dando al cóctel el perfil de sabor que conocemos hoy. Sin embargo, el nombre "Bloody Mary" no fue del agrado del dueño del hotel, por lo que intentaron cambiarlo a "Red Snapper". A pesar de estos esfuerzos, el nombre original prevaleció.
Un icono cultural
El Bloody Mary no es solo un cóctel, sino un ícono cultural. Se asocia con el brunch, un ritual de fin de semana que combina desayuno y almuerzo, ofreciendo la excusa perfecta para disfrutar de esta bebida. La presentación es parte del encanto, con ramas de apio, rodajas de limón, y a veces incluso tocino o camarones decorando el vaso.
Además, el Bloody Mary ha inspirado variaciones creativas en todo el mundo. Desde las versiones picantes con jalapeños hasta las que llevan ingredientes exóticos como sake o tequila en lugar de vodka, este cóctel sigue evolucionando.
Un misterio perdura
A pesar de las muchas teorías sobre el origen de su nombre, el verdadero origen del "Bloody Mary" sigue siendo un misterio. Tal vez es esta falta de claridad lo que mantiene el cóctel tan fascinante, dejando espacio para que cada amante de los cócteles cree su propia versión de la historia.
Lo que sí es cierto es que el Bloody Mary ha resistido la prueba del tiempo, convirtiéndose en una bebida clásica apreciada por muchos. Así que la próxima vez que disfrutes de un Bloody Mary, puedes reflexionar sobre su historia rica y compleja, mientras agradeces por su sabor único y su supuesta capacidad para curar las resacas.