El efecto Streisand: cuando ocultar un hecho hace que se vuelva viral

Dicen que los humano somos curiosos por naturaleza, pero lo cierto es que en esta época de internet, vemos que con más frecuencia, el tratar de ocultar un hecho o información genera el efecto contrario: una explosión viral.

Intentar silenciar post en las redes sociales, la publicación de fotos o videos comprometedores o las metidas de pata de los políticos resulta más que contraproducente. Las mismas se propagan a mayor velocidad y alcance de la que se pretendía tener si la información original siguiera su curso natural.

Este fenómeno, conocido como el “Efecto Streisand”, toma su nombre precisamente de una desafortunada actuación de la cantante y actriz Barbra Streisand cuando en el 2003 demandó por 50 millones de dólares al fotógrafo Kenneth Adelman por utilizar una fotografía aérea de su mansión en California, alegando violación a su privacidad.

La fotografía formaba parte de una serie de 12 mil imágenes que el fotógrafo publicó en una página web para documentar el impacto de la erosión y del desenfrenado desarrollo inmobiliario en la costa californiana.

En ningún momento se indicaba quien era el dueño de las viviendas, sin embargo, a raíz de la denuncia y el intento de censura de la artista, la imagen se volvió viral al punto que la página llegó a alcanzar 420 mil visitas días después de la divulgación de la demanda.

Al final el juez desestimó el caso y ordenó a la actriz a saldar los costos legales del fotógrafo que ascendieron a 150 mil dólares.

Es así como desde ese momento el nombre de Stresand se asocia a los intentos de censura de fotos, archivos o páginas web, especialmente mediante cartas que amenazan con emprender acciones legales por parte del censor.

Sin embargo, lejos de ser eliminada, dicha información recibe gran publicidad y acaba siendo rápidamente distribuida a través de redes sociales, blogs y sitios de noticias.

Este efecto ocurre, según el experto en internet John Gilmore, porque los internatutas interpretan la censura como un daño o ataque contra la libertad de expresión. Según muchos otros, simplemente por la curiosidad producida por la prohibición, es decir:¿Qué será eso que me prohíben llegar a conocer?

De acuerdo con los expertos el “Efecto Streisand” es la consecuencia de una táctica de censura fallida, en la cual el intento de reducir la indignación de la gente no resultó exitoso. Esto significa, básicamente, que para censurar contenido de manera efectiva no basta con retirarlo de internet o de cualquier otro medio, sino que es necesario lograr también que este acto pase inadvertido, o que intimide a la gente de modo tal que esta se autocensure.

Ni políticos ni celebridades se escapan

Son muchísimos los casos de famosos que han caído en el efecto Streisand.

En el 2013 el portal Buzzfeed.com fue contactado por un representante de la cantante estadounidense Beyoncé Knowles, que pidió al medio que retirara unas imágenes suyas "poco favorables".

El portal se negó y en su lugar creó una galería de fotografías titulada "Las fotografías 'poco favorables' que el publicista de Beyoncé no quiere que veas".

La galería generó tanto interés que las imágenes acabaron convirtiéndose en material de divertidos memes: precisamente lo que el equipo de la cantante quería evitar.

Tal vez uno de los casos más emblemáticos es el de la revista francesa Charlie Hebdo que en el 2015 fue objeto de un ataque terrorista que acabó con la vida de 12 de sus empleados.

El principal motivo del ataque era silenciar a la revista por publicar en varias ocasiones viñetas satíricas sobre el Islam. El ataque a la libertad de expresión tuvo un efecto contrario y ante el horror de esta estrategia la revista consiguío una difusión mundial y en webs como reddit algunos ciuddanos franceses ofrercieron enviar copias de las publicaciones futuras del semanario. Las muestras de solidaridad alrededor del mundo y el tributo a las víctimas consiguiendo dañar aún más la ya deteriorada imagen del islam.

Aunque se trata de un fenómeno nombrado recientemente, en el siglo XX hay varios casos destacados.

Uno de los más famosos es el de William Randolph Hearst quien al oir hablar de la película “Citizen Kane (Ciudadano Kane)”, se enfurecía tanto que prohibió cualquier anuncio, crítica o mención en sus periódicos, en los cuales los periodistas difamaban a Orson Welles, protagonista y director de la misma.

Aunque los esfuerzos de Hearst por acabar con la película afectaron al éxito de la misma, a la larga resultaron inútiles, puesto que casi toda referencia que se hace hoy en día a la vida y carrera de Hearst normalmente menciona el paralelismo que se da en Citizen Kane. Lo irónico de los intentos de Hearst es que el filme está ahora irremediablemente conectado a él.