Fue declarado muerto por tres médicos diferentes y revivió en el momento de la autopsia

Un prisionero español fue declarado muerto por tres médicos diferentes, pero cuando se disponían a realizarle la autopsia, el hombre 'revivió', dejando perplejos a los testigos. Esta es la increíble historia de Gonzalo Montoya quien estuvo metido en una bolsa para cadáveres, hasta que un jadeo alertó a las autoridades.

En enero de 2018, los custodios del Centro Penitenciario de Villabona en Asturias, España, se preparaban para realizar el recuento matutino de los prisioneros cuando se dieron cuenta que faltaba uno, se trataba de Gonzalo Montoya Jiménez de 29 años.

Rápidamente se activaron los protocolos de seguridad y el hombre fue encontrado inconsciente y sin signos vitales. Tras hacerle las pruebas pertinentes fue declarado muerto y trasladado a la morgue de un hospital en una bolsa para cadáveres.

Jiménez, quien cumplía condena por robo fue atendido por primera vez por dos médicos de guardia en la prisión. Una hora después un médico forense inspeccionó el cuerpo, coincidiendo con las primeras evaluaciones y emitió un tercer informe de defunción.

Solo más tarde, en la morgue, los médicos se dieron cuenta de que algo andaba terriblemente mal, según informó Science Alert.

En este punto, Jiménez ya había pasado un tiempo en una cámara frigorífica para ayudar a preservar su cuerpo, y tenía marcas dibujadas para realizarle la autopsia y determinar las causas del fallecimiento, pero insólitamente recobró el conocimiento, aunque estuvo ’sin vida’ cuatro horas y fueron sus ronquidos lo que indicó que el supuesto cadáver en realidad era un hombre inconsciente, informaron medios locales.

"El patólogo forense procedió a abrir la bolsa y encontró al interno aún con vida".

Posteriormente, Jiménez fue trasladado bajo guardia en una ambulancia a otro hospital para recuperarse de su episodio misterioso, y finalmente se informó que se encontraba en una condición estable, pero en cuanto a cómo pudo haber ocurrido la confusión en primer lugar, las autoridades penitenciarias no tenían idea.

"No puedo comentar lo que pasó en el Instituto de Medicina Legal", dijo a los medios un portavoz del Servicio Penitenciario español , "pero tres médicos han visto signos clínicos de muerte como el rigor mortis, por lo que todavía no está claro qué ocurrió.

Pudo ser catalepsia

Existe un trastorno nervioso llamado catalepsia, lo que puede explicar lo sucedido con Gonzalo. Esto implica que la persona no responda a estímulos físicos, esté rígido y se reduce la velocidad de las funciones corporales. A pesar de sufrir esto, la persona aún tiene signos vitales y respira débilmente. Se cree que este episodio de catalepsia, le duró a Montoya varias horas.

Para confirmar que la persona está teniendo un episodio de catalepsia es necesario realizar un electrocardiograma para confirmar si el corazón sigue latiendo. El error con Gonzalo fue que nunca se le realizó un electrocardiograma.

Los síntomas cadavéricos, como lo son la rigidez, palidez en la piel, enfriamiento del cuerpo, entre otros, no se dan cuando se presenta una catalepsia.