Vulcanólogo explica qué pasa en el Cumbre Vieja y en qué condición se encuentran otros volcanes
Erupción volcánica
La actividad del volcán Cumbre Vieja, que actualmente mantiene en zozobra a los residentes de la isla de La Palma, en Islas Canarias, España, ha sido seguida en todo el mundo y analizada por expertos, uno de ellos, Gustavo Chinga, vulcanólogo guatemalteco.
Este especialista detalla que esta región del mundo está formada por siete islas, totalmente volcánicas cuyo origen data de hace 20 millones de años, la última de estas es precisamente, la isla La Palma que comenzó su formación hace 3 millones de años.
Se trata de un volcán que ha tenido constantes erupciones a través de los años, la última de ellas se dio en 1971. Recordó que un volcán activo se mantiene con un periodo de reposo y de actividades.
Los volcanes, aunque no tengan actividad reciente, a través los años pueden volver a hacer erupción.
En el caso de La Palma, se tienen estadísticas de que la erupción ha durado hasta 98 días y en la actual solo se contabilizan 28 días, pero se calcula que podría durar en promedio hasta de 58 días.
Este volcán tiene mucha energía, de hecho, señaló que se asemeja mucho al Pacaya en su natal Guatemala, que ha durado hasta tres meses con una actividad efusiva, más no explosiva, en la cual tiene mucha salida de lava.
Ahora, al llegar la lava al mar, en el caso del Cumbre Vieja, se amplia el terreno de la isla tal como se dio la formación de este lugar en sus orígenes.
Descartó que el cambio climático tenga que ver con la reactivación de los volcanes. “En el mundo hay muchos volcanes que están activos, por ejemplo, en Guatemala existen tres activos, que los diferencia porque son de conducto abierto”.
Volcán Barú
En el caso de Panamá, con el volcán Barú en la provincia de Chiriquí, tendría que dar premonitores como el que dio el de La Palma, mucha sismicidad, porque el magma comienza a moverse dentro del volcán y produce varios eventos que pueden alertar a la población.
Chinga explicó que el cinturón de fuego se extiende desde Alaska hasta Chile, y se origina producto del choque de borde de placas.