Conciencia climática: ¿Sabes cuánta agua consumes?

El agua es un recurso fundamental para la vida de los seres humanos, las especies, el desarrollo de la producción agrícola y la seguridad alimentaria. Sin embargo, su escasez supone un gran reto para las generaciones presentes y las futuras.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los recursos de agua dulce disminuyen de manera alarmante y a medida que crece la población también aumenta el problema de su escasez.

El organismo considera que, si no se cambian los hábitos ahora, la demanda mundial podría aumentar un 50% en el año 2030.

Para salvaguardar este recurso, la FAO recomienda trabajar en cuatro puntos: agricultura, cambio climático, pérdida y desperdicios de alimentos y sistemas alimentarios.

“La agricultura representa casi el 70% de todas las extracciones de agua y hasta el 95% en algunos países en desarrollo. Tendremos que usar nuestros recursos naturales de forma más eficiente a medida que pase el tiempo, y cuando se trata del agua no hay excepción”, sostiene la FAO.

En tanto, el aumento de las temperaturas y las frecuentes sequías afectan la producción agrícola y elevan la demanda de agua usada para los cultivos, por lo que se considera necesario tomar medidas para recolectar y usar los recursos de agua dulce.

Así las cosas, el desperdicio de los alimentos constituye un desperdicio de agua, por lo que al tirarlos también se tiran los recursos que se usaron para su producción.

La huella hídrica

Pero las acciones de los seres humanos con relación al uso del agua también son parte del problema, por lo que es importante analizar la cantidad de agua que consume la población en sus actividades diarias.

Lavar, fregar, bañarse, cepillarse los dientes, regar el jardín son actividades que si no se manejan de forma adecuada representan un importante desperdicio de este preciado recurso.

Según el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), la huella hídrica es el volumen de agua dulce consumida, utilizada y contaminada de forma directa por las actividades diarias que se realizan, más aquella que se usa en la producción de los bienes y servicios que se consumen.

Para conocer más de este impacto, la entidad cuenta con una herramienta que permite a las personas conocer cuánta agua consumen, cuantificar el impacto y reducirlo.

En tanto, las personas pueden ingresar a la página de MiAmbiente, “Calcula tu huella hídrica”, marcar en el mapa la zona donde se encuentra y luego ir respondiendo las preguntas para calcular, ver los resultados y así lograr un cambio de conciencia con respecto al consumo de agua.

Con información de FAO y MiAmbiente