El baile de gala de Carnaval que muestra la cara opulenta de Brasil

Comparsas comienzan a calentar motores para el carnaval de Río / EFE
Efe
01 2018 - 12:13

Si quiere codearse con la elite brasileña en época de carnaval no puede faltar este 10 de febrero al baile de disfraces del lujoso hotel Belmond Copacabana Palace; eso sí, aliste el bolsillo porque la entrada más barata de este año cuesta 2.625 reales (unos 820 dólares).

Unas 2 mil personas, que representan el 0,0009 % de los 207 millones de brasileños, asisten anualmente a este evento, cuyo ingreso para 2018 puede llegar a costar hasta 6.090 reales (unos 1.900 dólares) para entradas con derecho a mesa, bufé típico y barra libre en todas las salas de baile y comedores.

Si ese público comprara solamente los boletos más baratos, la suma recaudada sería de unos 1,64 millones de dólares, equivalente a 15.000 cestas básicas de comida que alimentarían igual número de familias en un país que apenas comienza a salir de una crisis económica de dos años.

Este tradicional hotel de cinco estrellas no escatima en detalles y aunque la cifra del montaje es un misterio, la exclusividad de la puesta en escena hace del evento una superproducción en la que los asistentes forman parte de la decoración con extravagantes disfraces y que nada tiene que envidiarle a espectáculos como los que se realizan Las Vegas, París o Nueva York.

Según Andrea Natal, directora general del hotel, el baile es una mezcla de Circo del Sol y parque de diversiones. "Se trata de una megaproducción en la que los participantes, con disfraces y máscaras lujosos y muy elaborados, no paran de divertirse e incluso hay personas que llaman antes para conocer el tema del baile y poder diseñar su disfraz", dijo a Efe.

Si el participante quiere ir disfrazado tendrá que sumar mínimo 3.000 reales (unos 1.000 dólares) a su cuenta por asuntos de diseño y elaboración, pero lo más seguro es que el coste se duplique para conseguir un traje de fantasía digno de mostrar.

También puede invertir ese dinero para adquirir un traje de gala, etiqueta exigida por el hotel para quienes no llevan disfraz.

El tema de 2018 será la locura gitana (Gipsy Folie) y el derroche de imaginación que verá en el montaje de los diferentes salones del hotel estará a cargo del carnavalesco Mário Borelli.

Este artista tiene renombre y experiencia. Ha trabajado para diversas escuelas de samba y en 1993 fue campeón con la escuela de Salgueiro.

"Mario tiene mucha experiencia con el Carnaval y después de una profunda investigación se metió de cabeza en las tradiciones e historia del pueblo gitano", dijo la directora, que ha coordinado este evento desde 2012.

La música será variada y tendrá atracciones durante toda la noche. La bienvenida estará a cargo de violinistas que recibirán a los invitados con temas gitanos para que vayan entrando en calor.

Luego el tradicional bloco (comparsa) Cordao de Bola Preta, que cumple un siglo en 2018, animará la fiesta con un vasto repertorio de marchinhas, sambas y enredos, y en el balcón del hotel se presentarán el DJ Papagaio y la cantante Priscila Luz.

Este baile, que comenzó a realizarse en 1924 y fue interrumpido entre 1973 y 1992, ha reunido no solo a personalidades de la alta sociedad brasileña sino a figuras internacionales como Brigitte Bardot, Quincy Jones, Valentino y hasta Orson Wells.

Así las cosas, en el tradicional sábado de carnaval la opulencia, el derroche y la extravagancia de esta mínima parte de la población brasileña tendrán una noche para ser protagonistas de un espectáculo que para nada refleja la realidad que vive Brasil, donde 12,6 millones de personas están desempleadas.

El tradicional baile de gala del Copacabana Palace es una de las atracciones del Carnaval de Río de Janeiro, así como los famosos desfiles de las escuelas de samba, también para aquellos que puedan comprar la entrada al Sambódromo, o la posibilidad de divertirse gratuitamente en los 600 desfiles de los 464 blocos de la ciudad.

El Carnaval de este año, entre el 10 y el 13 de febrero, contará con una inversión de 38,5 millones de reales (11,9 millones de dólares), la mayor de su historia, según la empresa municipal de turismo Riotur.

Este organismo estima que la ciudad movilizará a unos 6 millones de personas en las calles y recibirá un millón y medio de turistas que inyectarán 3,5 millones de reales (1.080 millones de dólares) a la economía carioca.

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